Pero qué necesidad, ¿para qué tanto problema?<br>

Juan Gabriel

¿Por qué tanto brinco, estado el suelo tan parejo? <br>

Dicho popular

No es la primera vez que cito a Juanga en relación al actual gobierno, y supongo no será la última. Y es que el finado cantautor resultó ser el mejor filósofo por lo que al análisis de la 4T se refiere.

¡Ayer lo volvieron a hacer! Pero, de verdad, ¿qué méndiga necesidad? Una vez más la impericia y el hacer las cosas al “ahí se va” dio como resultado un error innecesario que se convirtió en mofa nacional. El horror esta vez cometido por la CNDH, contando con el regocijo de la bancada de Morena en la cámara baja.

¡Qué necesidad de lanzar de comisionado (para hacerla de depurador de la lista de aspirantes a ocupar el cargo de consejero del INE) a un personaje que no cumple con los requisitos para ese encargo! No solo eso, encima la Comisión Nacional negó el envío del oficio en que propone a dicho comisionado, para luego mandar otro comunicado (ese no negado) manteniendo al señor John Ackerman como candidato.

Una larga tarde de enredos, medias verdades y mentiras completas, donde lo único que queda claro es que estamos cansados de tanta burla e incompetencia de todas las partes. Más cuando se trata de poner en peligro la independencia del INE.

La innecesaria odisea de ayer inició con un tuit de Mario Delgado, líder de la bancada de las diputaciones de Morena, informando que la JUCOPO recibió las propuestas que, por parte de la CNDH, se establecen en la legislación para integrar el comité técnico de evaluación (CTE) que se encargará de seleccionar los perfiles a ocupar el cargo de consejero del INE. Estos eran Cara Astrid Humphrey Jordan y John Mill Ackerman Rose.

Durante el tiempo transcurrido entre este comunicado y el de la CNDH negando lo dicho, los dos flamantes candidatos a conformar el CTE opinaron en Twitter. Carla Astrid desistió del ofrecimiento porque ella lo que quiere es concursar para ser consejera del Instituto, mientras que Ackerman se mostró emocionado y de inmediato compartió diversos artículos académicos en materia electoral (eso sí, muy convenientemente dejando fuera los menos imparciales).

Surge ahí la primera duda, ¿alguien de la CNDH habló con Humphrey y le dijo que pensaban lanzarla para formar parte del comité de selección antes mencionado?, ¿o la propusieron para quemarla y evitar que quede en el Consejo General del INE?

A los minutos del tuit del líder de Morena en la Cámara de Diputados, la CNDH lo desmintió, señalando que el organismo aún no había enviado sus dos propuestas. Olvidaron que los oficios se acusan de recibidos mediante sello y que había constancia de la propuesta en el poder Legislativo. De forma diplomática, el diputado Delgado no ha dicho nada al respecto. ¡Alguien está tratando de no hacer más grande el problema!

Luego, la CNDH volvió a mandar el oficio con sus dos nuevas propuestas. Insiste en nombrar a John Ackerman, aunque ahora acompañado de Sara Lovera López.

Con lo fácil que hubiera sido aceptar que habían cometido un error, en lugar de lanzar una mentira burda que iba a ser descubierta más rápido de lo que se fabricó. Esto es, o se aceptan los errores o se monta uno en su macho no importando las consecuencias, pero no se niegan y menos aún se tacha de mentiroso a quien no lo es.

La ópera bufa continúa. La CNDH olvidó revisar los requisitos marcados por ley para proponer a los integrantes de este comité, entre ellos no pertenecer a ningún instituto político. Pero resulta ser que el Dr. Ackerman es miembro del Consejo del Instituto de Formación Política de Morena, con lo cual viola las reglas para integrar el comité técnico de evaluación.

Tampoco se menciona el posible conflicto de interés del académico al ser esposo de Irma Eréndira Sandoval, secretaria federal y miembro militante de Morena.

Vendrá ahora conocer si la Cámara de Diputados permite este atropello a normatividad (no sería la primera vez) o solicita a la CNDH enviar una propuesta que no quebrante el Estado de Derecho. Pronto lo sabremos.

Llama la atención que habiendo varios intelectuales y académicos miembros de la 4T, solo propongan a Ackerman quien no cumple los requisitos (aunque, insisto, eso mismo sucedió durante el proceso que llevó a la señora Piedra al frente de la CNDH).

Todo el tinglado y desaseo de esta propuesta hace que los nombramientos importantes, que deberían buscar ser competentes y objetivos en su actuar, se convierten en una opereta de mal gusto.

Rosario Piedra, como presidenta de la CNDH debería dar una explicación congruente y verdadera de lo que ha pasado. Aceptar errores es válido. Tal vez esta sea una buena oportunidad para demostrar su compromiso con la alta investidura que porta.

La ópera bufa continúa; la musicalización bien podría correr a cargo de grandes músicos nacionales. Juan Gabriel no presta su música. Sin embargo, su destino será el señalar muchos de los errores y pifias de esta administración.

¡Pero qué necesidad, para qué tanto problema! Si el divo de Juárez viviera, solo por esta canción merecería recibir enormes regalías de parte de la 4T.