“Mexicanas, mexicanos viva la independencia, viva Miguel Hidalgo y Costilla, viva José María Morelos y Pavón, viva Josefa Ortiz de Domínguez, viva Ignacio Allende, viva Leona Vicario, vivan las madres y los padres de nuestra patria, vivan los héroes anónimos, viva el heroico pueblo de México, vivan las comunidades indígenas, viva la libertad, viva la justicia, viva la democracia, viva nuestra soberanía, viva la fraternidad universal, viva la paz, viva la grandeza cultural de México; Viva México, Viva México, Viva México”.<br><br>

AMLO

No se terminó de dividir México con el primer Grito de Independencia del presidente López Obrador. De hecho, creo que esta ceremonia inundó el sentimiento de fraternidad y unidad. Además fue digna, pulcra y sobria.

Celebro especialmente que AMLO haya gritado en favor de la libertad y la paz; basamentos de todo lo bueno de vivir en sociedad, atestiguado por más de 130 mil asistentes y cero rechiflas y abucheos como en otros tiempos.

Eso sí: lástima que luego saliera Eugenia León a insistir en la necesidad de crear diferencias con una zalamería a la 4T que echó mucho a perder. ¿Qué necesidad de cantar la Paloma con estofas como: “ ahuyenta de aquí los males y a tantos buitres neoliberales”?

Claramente del evento de ayer se desprende una lección: México necesita más del AMLO del Grito y menos el de las mañaneras, el que divide "acompañado" de voces que exudan resentimiento, conferencias diarias y en ocasiones de varias horas de duración.

Bienvenido el AMLO de la noche del 15 de septiembre, el que solo — solo lo acompañaba su esposa— se asomó y gritó veinte necesarias "vivas" desde el balcón en el que estuvo durante 30 minutos.