La línea aérea Interjet, de la familia Alemán recibió el pasado mes de julio una inyección de capital de 150 millones de dólares. La capitalización para aerolínea provino de un grupo de inversionistas encabezados por los empresarios de oscuro pasado y peor reputación Carlos Cabal Peniche y Alejandro del Valle.

La inversión en una compañía casi quebrada y con grandes adeudos tanto con sus proveedores, trabajadores, así como con el fisco, en una época en que el mercado de transporte aéreo esta deprimido llama a sospecha y más si vemos la mala fama pública que tienen los inversionistas que arriesgan su dinero para salvar a la empresa.

A pesar de esta fuerte cantidad de dinero que recibió la compañía aérea del Grupo Coral, Interjet no despega ya que de enero a julio de este año solo atendió a 38,811 viajeros lo que significó, el peor comportamiento de todas las aerolíneas mexicanas con un desplome de 97.3 por ciento con respecto a julio del 2019, toda vez que sumó su cuarto mes sin tener operaciones internacionales, que era considerada su principal línea de negocio.

Desde finales del 2019 la línea aérea de bajo costo o de "baja calidad", de la familia Alemán, ya tenía serios problemas financieros y operativos que la tienen al borde de la "quiebra técnica", según reconoció su propio director de finanzas, luego que el pasado mes de agosto del año pasado el Servicio de Administración Tributaria (SAT) la embargó, con el fin de forzar el pago de deudas fiscales acumuladas, mismas que ascienden a más de 726 millones de pesos.

La aerolínea tiene otros adeudos fiscales que de acuerdo con lo publicado por la periodista Rosario Avilés, en el portal A21 del pasado 16 de septiembre, la empresa aérea tiene “desde 2013, 2014, 2015, 2017, 2018; deudas por 545 millones de pesos más recargos. También, entre 800 y 900 millones de pesos por el Impuesto de Valor Agregado (IVA) del 2018 y hasta septiembre de 2019 y adeudos por retención del ISPT de varios años, más mil millones por Derechos de no Residencia (DNR) en México”.

Interjet tenía hasta noviembre de 2019 un adeudo importante por el uso del espacio aéreo mexicano, el cual no ha sido cubierto pese a que la normatividad establece sanciones que podrían ameritar la suspensión de operaciones hasta no realizar el pago correspondiente.

Al respecto, según datos del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la deuda de Interjet supera los 120 millones de pesos por ese concepto.

A principios de este año se informó que la aerolínea además le debía a ASA alrededor de mil 800 millones de pesos por la turbosina que la paraestatal le surte a sus aeronaves.

La aerolínea del Grupo Coral, concretó el pasado mes de abril un acuerdo con el SAT para atender sus obligaciones con el fisco “sin que ello implique la condonación de impuestos”, aseguró la firma.

El Servicio de Administración Tributaria, no ha reportado que Interjet haya cubierto sus adeudos y los trabajadores de la empresa siguen esperando que se les pague todo lo que se les debe.

La aerolínea de la familia Alemán habla de que ""El nuevo plan de operaciones considera la reincorporación, en los próximos días, de más aeronaves Airbus 320 y 321”.

Esperemos que Interjet cubra sus adeudos, con sus proveedores, trabajadores y con el fisco y que la inyección de capital por parte de los cuestionados empresarios, sea aprovechado y no tengamos una sorpresa por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera que encabeza Santiago Nieto.

La capitalización que obtuvo el Grupo Coral por 150 millones ya le sirvió para poder pagar a Televisa, la compra de Radiopolis, pero no se ha visto nada para que Interjet mejore su situación financiera y operativa.