Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), alertó sobre las posibles bancarrotas de algunas empresas, por su alto endeudamiento y exceso de liquidez, debido a los efectos de la pandemia de Covid-19, incluso cuando los Bancos centrales han actuado con acierto. 

Hay que decir que este señor, que ahora nos previene y nos quiere dar lecciones, fue un desastre como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en la crisis del 2008, momento en el que la economía mexicana tuvo una caída en su Producto Interno Bruto de más del 5 por ciento.

Carstens quién también fue Gobernador del Banco de México, viene esta vez al país como manda más del BIS que es una organización internacional financiera conocida como el "Banco de los Bancos centrales" la cual no rinde cuentas a ningún gobierno, pero si a poderosos banqueros que crean las reglas para evitar los riesgos sistémicos y la regulación en materia de capital bancario a través de su comité de acuerdos de Supervisión Bancaria, conocido como Basilea I, II y III. 

Lo que nos viene a decir el gerente del Banco de Pagos Internacionales desde Basilea, Suiza que es la sede de la institución que dirige, es que los Bancos y empresas pequeñas serán absorbidas por los grandes corporativos comerciales, industriales y financieros ya que solo estos gigantes podrán resistir los efectos negativos de la economía provocados por la pandemia de Coronavirus y los otros no. 

El otro gran mensaje de Agustín Carstens, fue que los acuerdos de Basilea III que consisten en medidas encaminadas y relacionadas con efectos de aumento de la calidad del capital, mejora en la detección de riesgos bajo determinadas exposiciones, aumento de los requerimientos de capital, constitución de colchones de capital, definición del rango de apalancamiento y la mejora en la gestión de riesgos y en los rangos de liquidez, los cuales debían de cumplirse a raja tabla y este consejo ha sido aceptado y puesto en práctica por el Banco de México y por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) pese a que estas medidas están diseñadas para condiciones normales de la economía y no para coyunturas de crisis como la que actualmente el mundo. 

El pasado 23 de septiembre tuve la oportunidad de poder cuestionar al presidente de la CNBV Juan Pablo Graf y le pregunté ¿Por qué tenemos que aplicar reglas de valuación, registro y revelación (Basilea III) en México, cuando ya la Banca Europea y la Banca de E.E.U.U. no la aplican a rajatabla y sus activos no están a valuación real cuando es mejor implementar requerimientos de capital según la exposición al riesgo del tipo de banco, sistémicos y no sistémicos?

La respuesta del funcionario encargado de la supervisión de las instituciones de crédito fue evasiva y muy poco clara y esta fue su respuesta:

“Hay otra pregunta en cuanto a las diferencias que pudiéramos tener en nuestra regulación con respecto a Estados Unidos y Europa, pero según entiendo bien la pregunta nosotros estamos alineados con Basilea III. Éste es parte de un compromiso que tenemos en el país y creemos firmemente en que los acuerdos internacionales a los cuales ha llegado después de la crisis financiera global, han puesto al sistema bancario en una situación muy sólida para absorber choques como los que tenemos hoy, como el choque de la pandemia, no solamente en nuestro país sino en otros países del mundo”. 

Precisamente le pregunté ¿Por qué estamos alineados? Cuando las circunstancias al establecerse las reglas de Basilea III han cambiado radicalmente y al aplicarse sólo ponen en desventaja a las instituciones de menor tamaño de la economía constituyendo ello una limitante a la inclusión social y financiera. 

El servidor público abundó en el tema, pero no despejó las dudas y dijo que: “Por eso es lo bueno de seguir participando en la elaboración de los lineamientos internacionales, particularmente los de Basilea, el acuerdo de Basilea III tuvo la participación de las autoridades mexicanas entre muchas otras, y una vez que se acuerdan estos es importante seguirlos al pie de la letra en estas consideraciones”. 

Las respuestas poco claras de Graf, reflejan la ortodoxia que tiene y su alineamiento a las políticas que vienen de otras latitudes pero que no necesariamente ayudan en esta contingencia y que lo único que lograrán es que los Bancos grandes absorberán a los Bancos pequeños.

El tema es que los problemas de capitalización para el 2021 son inminentes para los Bancos medianos ya que los predispone para una absorción o fusión que haría más grandes a los Bancos dominantes con tendencia a una mayor extranjerización del sistema financiero que ya tiene el 80 por ciento de sus activos en manos extranjeras. Eso o un nuevo Fobaproa en pleno año de elecciones. Ni calculado por los más pesimistas opositores. ¿O sí? 

Mi pregunta sería porque hay que hacerle caso a una persona como Agustín Carstens, si cuando tuvo la oportunidad de aplicar sus conocimientos acerca de la crisis del 2008-2009 su manejo fue desastroso se contrajo el PIB en un 5.3 por ciento, aumentó el desempleo, la economía informal, las deuda interna y externa, se crearon nuevos impuestos, todo esto a pesar que la renta petrolera fue la más alta de la historia del país.