El Marxismo moderno o neo-marxismo dio paso a un nuevo acercamiento (re-instalamiento) llamado progresismo, también fallido en la práctica al igual que el socialismo (Europa es el vivo ejemplo de su desplome).  Socialismo y progresismo en términos prácticos es lo mismo pero el progresismo tiene algo a su favor, ha sido más pensado en su estrategia para implementarlo que el socialismo; ahora conocido en las aulas de la psicología social como “ingeniería social”. Ninguna forma de pensamiento conductual ha sido tan perseverante como el “marxismo”.

El progresismo desde la psicología conductual se reconoce como nihilista, perverso y más cargado de frustración pero al mismo tiempo mejor diseñado, intelectualmente mejor pensado y planeado en su implementación, hoy fuertemente asentado en las universidades norteamericanas al grado de convertirse en un problema social fuerte  que ha encendido los focos rojos de las diferentes áreas de la psicología y las ciencias humanas sanas que aún subsisten. La mayoría de las disciplinas  sucumbió a los encantos del progresismo.  

En América Latina se vivió la doctrina marxista más pura, menos pensada y sofisticada, se le conoce e identifica más fácil pero al ser introducida como progresismo cayeron embelesados nuevamente, sin darse cuenta que es la nueva “ingeniería social”.

 Volvieron a caer, a pesar de la estrepitosa caída del socialismo en Europa, y, especialmente en Venezuela.

No es opcional entender esto, es crucial entenderlo.

No se puede ni se debe subestimar el poder de las ideas neo-marxistas. El progresismo lucha contra la civilización occidental. Para las feministas el progresismo es destruir al  “estado patriarcal” y hay que combatirlo a como dé lugar, ¿se han preguntado por qué las feministas no combaten la violencia contra la mujer en los países de Medio Oriente y en la cultura musulmana?, porque ellas no están para defenderlas sino para combatir el patriarcado, esto es, a los hombres de la cultura occidental, y en ese sentido, los musulmanes son el enemigo de mi enemigo, entonces en automático son mis aliados. Practican el mismo totalitarismo. Los grupos de género igual, son totalitarios, no defienden a los homosexuales asesinados en las comunidades musulmanas, se avocan a la destrucción del género, no es el homosexual, ni la persona, ni sus virtudes, ni su derecho a la vida con su orientación sexual, es la destrucción en el nombre de una idea social mal entendida e inmensamente perversa. A esta ingeniería social le sobra arrogancia y una dosis tremenda de resentimiento y engaño frente a la cualidad humana: si un homosexual es virtuoso, con carácter y bien plantado en su orientación sexual, hay que ir contra él, lo importante es hacer que se sienta culpable y luche con odio contra el objetivo del progresismo que es la destrucción de la civilización, comenzando por la familia, luego por los empresarios, y los peores de todos: los que tienen éxito individual. El homosexual desde esta perspectiva está obligado a pertenecer a un grupo y a una agenda como los LGBTT.

La pobreza es un excelente unificador, aprenden a ser pobres bajo el término de la “igualdad” pero con un añadido, son las víctimas del opresor: las grandes corporaciones, el capitalismo y los ricos de los que hablan los comunistas Bernie Sanders y Michael Moore.

En varias universidades  norteamericanas pero especialmente en las de Canadá, se les ve sin género, sin carácter y muy indefensos ante la vida (llamados “snowflakes”), y por lo mismo, trabajan y funcionan sólo en grupos, no conocen ya la libertad individual y están absolutamente desprovistos de cualquier tipo de herramientas para defenderse ante la vida, no saben hacer nada, han perdido hasta la capacidad de la comunicación, en México se les conoce como “chairos ”, son el mejor ejemplo de los resultados de una educación que no forma a la persona en ningún sentido, han sido adoctrinados,  y sus profesores son potencialmente peligrosos (marxistas de sepa).

El “progresismo” no cree en el individuo, inventa las masas o los grupos para que no haya ideas personales sino sólo ideas de grupo, la lógica no se enseña y mucho menos el logos (pensamiento, razón, habla, discurso, concepto, palabra, conocimiento). No creen en el diálogo ni saben debatir, no tienen estructura filosófica puesto que ni leer saben. No creen en el intercambio de ideas por eso su narrativa es el insulto y la ofensa por toda la red social.

Les asusta que los demás tengan “libertad individual” por eso buscarán destruirte a toda costa con leyes grupales: no fumar, no comer sal, no usar tus propias armas para tu defensa personal, odian la propiedad privada, confunden espacios públicos con privados, la CNDH defiende a criminales, así debe ser, pues en cierto modo ayudan a la cultura del narco, por eso son “socialistas sociópatas” porque le tienen miedo a la vida, a las personas con carácter, a las personas con conocimientos y a las que deciden no pertenecer al grupo de los obedientes de la ingeniería social por discernimiento y juicio propio. De igual manera categorizan a sus enemigos por grupos: racistas, sexistas, ricos, conservadores, creyentes, capitalistas u opresores porque es la lógica que conocen, y es en la que se desenvuelven. Todo aquello donde no puedan sobrevivir ni tener éxito se convierte en un obstáculo. Además hay un impedimento tremendo para la creación y el entendimiento de la riqueza. En síntesis hay una confusión terrible del cómo vivir una mejor vida.  

América Latina tiene una ventaja enorme sobre USA y Canadá, que serán los jóvenes sobrevivientes del Socialismo del Siglo XXI de Venezuela, ellos, quizá, marquen una nueva era en toda América Latina pues mientras la izquierda, o mejor dicho, el progresismo y los progresistas luchan por derechos (desde los más absurdos hasta los más sofisticados y opresores), los jóvenes sobrevivientes de esta terrible mentira lucharán con uñas y dientes por la única razón que el ser humano tiene para luchar, y esa es: LA LIBERTAD.

Tere Quezada es maestra de inglés como Segunda Lengua con una sub especialidad en Fonética y un minor en Historia Asiática Comparada e Historia Constitucional de los Estados Unidos de Norteamérica por la Universidad del Estado de California.