Esto con el fin de que Mario Aburto esté cerca de su familia.

Veintisiete años después, el nombre de Mario Aburto sigue en el escenario público, ahora con la petición de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que sea transferido del penal 12 en Guanajuato al Hongo en Baja California.

El 23 de marzo de 1994 supimos por primera vez de esta persona, cuando en Lomas Taurinas asesinó a Luis Donaldo Colosio Murrieta, entonces candidato del PRI a la presidencia de la República.

El domingo 22 de mayo de 1994 —mientras desarrollaba una investigación periodística para La Jornada— salté la cortina de acero que divide la frontera de México con Estados Unidos, en compañía de la madre de Mario, María Luisa Ramírez, y otro de sus hijos. Buscaban asilo político.

El asesino de Colosio

Gracias a ese contacto y posterior conversación fortalecimos la teoría que evidenció que Aburto fue el asesino único de Colosio. En ausencia de evidencias contundentes, las opiniones divergentes son parte de un debate político tan legítimo como especulativo.

La madre promovió el cambio de penal para que su hijo esté en un Centro de Reinserción Social más cercano a su familia, que reside en California, Estados Unidos.

La defensa de los derechos humanos se cumple cuando la autoridad la gestiona sin discriminar por género, color de piel, estrato económico o sentencia penal en contra.

Pocos hombres tras las rejas son identificados por los ciudadanos y recordados por ser victimario y, al mismo tiempo, ser parte de una penosa época para la investigación y la justicia mexicana, que involucró a cuatro fiscales especiales del homicidio, cada uno con conclusiones distintas.

Una etapa de pasajes bochornosos, por la confusión de la inexistente posibilidad de que hubiera dos Aburtos a partir de las diferencias de su aspecto, en que uno habría disparado y otro sería recluido.

El año de 1994 es el de mayor convulsión en la historia reciente de México, por la violencia política. Además, comenzó con la rebelión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en Chiapas, y trajo el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu, entonces secretario general del PRI.

En la década de los 90, en las investigaciones periodísticas que realicé, pude conocer de la inteligencia de Aburto Martínez, pero también de sus frustraciones que lo llevaron a planear uno de los crímenes más conocidos de la historia.

Ahora, la CNDH pidió a las autoridades el traslado de penal, que se encuentra en el marco de lo legal. No violenta la norma ni prejuzga sobre el imputado que hace la solicitud.

En Confianza

La denuncia de mujeres afectadas permitió identificar la conducta violenta de Andrés Roemer, ubicado ya en Israel. En su contra se giró ficha roja de la Interpol, tras la judicialización del caso por la Fiscalía General de Justicia de la CDMX y la orden de aprehensión de un juez del Tribunal Superior de Justicia.