¿Abrazos y no balazos? Las calles como campo de batalla

El asesinato de los tres hermanos González Moreno, debe ser un parteaguas no solo para que las autoridades en Jalisco sino en todo el país se decidan de una vez por todas a actuar frente a la delincuencia organizada, ante la cual han sido complacientes en un contexto en el que “los abrazos y no balazos” sólo nos han colocado como tapete frente a quienes han rebasado todos los límites de violencia; se han burlado de las autoridades, se han infiltrado en los cuerpos policiacos, han tomado las calles como campo de batalla, han forzado a los jóvenes a enrolarse en sus filas, y han atentado contra las familias hasta el punto de irrumpir violentamente en casas para raptar y luego asesinar a alguno o algunos de sus miembros, como ocurrió la semana pasada con los hermanos Ana Karen, José Alberto y Luis Ángel.

Los tres hermanos fueron asesinados al más puro estilo del narco: con una violencia excesiva e intentando intimidar al gobierno, refieren diversos medios de comunicación:

“Las víctimas se encontraban en su casa en la colonia San Andrés, en Guadalajara, cuando fueron levantados por un comando de ocho personas presuntamente miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el pasado viernes 7 de mayo. Dos días después, y en la soledad de la carretera que va a San Cristóbal de la Barranca los cuerpos de las víctimas fueron hallados sin vida. La Fiscalía estatal ha señalado que existe la posibilidad de que confundieran a los jóvenes.

Un indicio que las autoridades consideran relevante es el ataque a personal de la Fiscalía General de la República (FGR), registrado la misma noche del secuestro de los jóvenes.

Con media hora de diferencia, un grupo de hombres del CJNG agredió a una camioneta de la FGR enTlaquepaque, un centro turístico cercano a Guadalajara. Los elementos escoltaban a una persona, cuyo domicilio se encontraba cercano al de los hermanos González Moreno, por lo que el grupo criminal podría haberse confundido de casa.

En tanto, la Fiscalía no ha querido descartar tampoco que fuera un ataque directo contra los jóvenes.

Uno de los puntos más polémicos de la investigación está relacionado con el hallazgo de una lona con un mensaje, abandonada junto a los cuerpos de los hermanos: 

“Para el gobierno: Esto les va a pasar a todos los del gobierno que estén mandado vestidos de civiles y en carros particulares, aprendan a respetar ¡No sean vendidos! Somos mexicanos, putos. ¡Vendidos vende patria! ¿Quieren respeto? Den respeto, usen uniformes y carros del gobierno porque a todos los que anden de civiles LES VA A PASAR LO MISMO” 

[sic] se leía.

El pasado lunes, en una conferencia de prensa, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, aseguró que ya se realizan las indagatorias para dar con el paradero de los asesinos. “Es evidente que con estos ataques quieren someter al gobierno. No lo van a lograr”, especificó a través de su cuenta de Twitter.

Uno de los hermanos, José Alberto González era estudiante de geografía en el CUCSH de la Universidad de Guadalajara; su computadora fue destruida por los criminales. El mayor, Luis Ángel González planeaba iniciar un negocio de serigrafía. Había dejado sus estudios de música por necesidad. Ana Karen, la más joven de todos, trabajaba en una empresa del sector automotriz. Quería estudiar Biología y Medicina Veterinaria, informó el diario Mural”.(Infobae11/05/21).

Jalisco también ha estado bajo el ojo público por el secuestro y el asesinato de tres estudiantes de cine disueltos en ácido, en 2018. Salomón Aceves, de 25 años; Jesús Daniel Díaz, de 20 y Marco Ávalos, de 20, fueron confundidos con miembros del Cártel Nueva Plaza, rival del CJNG.

"No es con discursos, con pose, con deslinde o bravuconería, sino con estrategia"

Para la tarde de ayer martes, se anunció una “Marcha por la Paz y la Justicia” convocada por la Universidad de Guadalajara, para exigir justicia y demandar a las autoridades esclarecer el caso así como castigar a los responsables del crimen en el que le arrebataron la vida al joven José Alberto, estudiante destacado de la máxima Casa de Estudios del occidente del país.

Así pues, nos ha quedado claro que no es con discursos, con pose, con deslinde o bravuconería, sino con estrategia, con programa, con acción, con voluntad, con decisión, con firmeza, y dejando de lado los pleitos entre gobierno federal, estatal y los municipales, y una gran coordinación, como debe enfrentarse la inseguridad, la violencia, y sobre todo la presencia del hampa.

Ya basta de echarle la culpa de todo al cartel y a la plaza, y decir “no nos toca”, cuando toca a todos; sociedad y gobierno, actuar con firmeza exigiendo seguridad y un alto a la violencia.

Corresponde a los tres órdenes de gobierno dejar de “echarse la bolita” y generar una importante coordinación para evitar que más jóvenes sigan siendo carne de cañón y víctimas fatales de la delincuencia y criminalidad prevaleciente en todo México.

Opinión.salcosga@hotmail.com