Tengo dos años insistiendo sobre el invento de la intervención rusa en las elecciones presidenciales de los EEUU y el triunfo de D. Trump.

Todo fue una mentira, una historia fabricada desde la Oficina Oval de Obama, desde las oficinas del Partido Demócrata, del Departamento de Justicia, del FBI  y la oficina de la candidata demócrata Hillary Clinton; apenas sintieron los primeros indicios de que el candidato republicano mostraba posibilidades de ganar para idear algo que lo frenara o eventualmente lo pudiera tumbar. Y antes que cualquier cosa sucediera, se anticiparon o mejor dicho, crearon una treta para golpear al nuevo candidato presidencial que aglutinaba multitudes en su campaña.

Estamos frente a una de las historias de corrupción política más grandes en la historia del mundo moderno y de los países de primer mundo como lo es EEUU. 

La trama sobre “la intervención rusa” fue planeada desde las instituciones de los EEUU bajo un Presidente en funciones, una Secretaria de Gobierno y una directora del Departamento de Justicia en funciones utilizando a su agencia de inteligencia nacional el FBI para fabricar una historia que pareciera tan verdadera, tan bien hecha, que no cupiera la menor duda, y así los medios de izquierda afines al partido Demócrata como CNN, MSNBC, CBS y el New York Times, se fueran con toda la fuerza mediática de la que son capaz contra el nuevo candidato presidencial que podría tumbar a Hillary Clinton, esto es: D. Trump.

Los medios estaban tan convencidos de esta “intervención rusa” porque no podían explicarse la derrota de Hillary Clinton, así que fueron feroces con el nuevo Presidente una vez ganada la Presidencia pues para ellos los rusos habían sido los artífices del triunfo de D. Trump, en pocas palabras, los rusos les habían arrebatado el triunfo de su candidata, para todos ellos los rusos los habían vilmente despojado de su democracia. Estaban desquiciados fabricando las “FAKE NEWS”,  a pesar de que no tenían evidencias de la “supuesta intervención”, creían fielmente cada deliberación del partido Demócrata y, claro, de Hillary Clinton y su gente.

Hoy, la Comisión de Inteligencia del Congreso vota para la liberación del documento FOIA (Freedom of Information Act)  nombrado en las redes como el #ReleaseTheMemo que esclarece esta trama rusa fabricada de manera detallada a lo largo de cuatro hojas y con cada uno de los nombres de los involucrados.

Hasta el momento se sabe que los involucrados son todos de la administración de Obama, siendo él mismo, Hillary Clinton, Loreta Lynch, James Comey, Peter Strzok, Lisa Page, Andrew McCabe, Rod Rosenstein, como los nombres más importantes pero hay más gente involucrada y más información de inteligencia y seguridad pues esto además nos lleva a la ocultación de la información sobre el proceder inmensamente corrupto de Hillary Clinton como Secretaria de Estado, que James Comey y el FBI encubrieran para que ella pudiera ser la candidata presidencial del partido Demócrata sin impedimentos legales.

Estamos frente a la punta de un iceberg más grande que el Watergate. Como lo he dicho en varios artículos míos, estamos muy cerca de presenciar juicios políticos de gran envergadura en los Estados Unidos de Norteamérica. Prepárese para ser testigo de una de las tramas políticas más sucias de la vida política mundial.   

Tere Quezada es maestra de inglés como Segunda Lengua con una sub especialidad en Fonética y un minor en Historia Asiática Comparada e Historia Constitucional de los Estados Unidos de Norteamérica por la Universidad del Estado de California.