Si usted sospechaba que el INE validaba los fraudes electorales que antaño llevaron a los partidos de derecha a la presidencia de México, cada vez tiene más razones para creerlo, ya que, el supuesto instituto autónomo encargado de vigilar las elecciones, cada vez muestra su parcialidad a favor de la derecha.

En las pasadas elecciones presidenciales, el Instituto Nacional Electoral no tuvo más remedio que reconocer el triunfo de Morena, dado su evidente simpatía de la mayoría del electorado. Sus jefazos dijeron: “Bueno, seis años malos se pueden soportar. Luego recuperamos el poder, atacando constantemente al gobierno con la ayuda de nuestros propagandistas y bots, para generar una idea de rechazo en la población, que justifique su futura derrota, gracias a un bonito fraude electoral”.

Recuerden estas palabras: Si el INE sigue como va, cualquier candidato de derecha le va a ganar a Morena la presidencia… ¡Por un voto! Sí, leyó bien: ¡Por un voto!

Poco a poco, el INE se va despojando de su disfraz democrático, montándose en el discurso de la derecha en el exilio. 

Primero, insinuando que López Obrador es populista (ahondaré en eso más adelante); luego, afirmando que las conferencias “mañaneras” del presidente no deben transmitirse íntegras durante épocas electorales, por considerarlas “propaganda política” (en realidad, las “mañaneras” van más allá de informar a la población sobre el trabajo del gobierno, ya que abren un diálogo con los periodistas, rompiendo la vieja unilateralidad); si fuera cierto que las “mañaneras” son propaganda política, no tan solo no deberían transmitirse mutiladas, sino que no deberían transmitirse completas nunca, pues violarían todo principio de equidad (sin embargo, no hay manera de probar que las “mañaneras” sean propaganda política, ni que el “Peje” sea populista). 

Su ataque más idiota, es decir que proporcionar la vacuna contra el covid-19 es con fines electorales, ¿qué propone el INE? ¿Dejar morir a la gente, para que esté a gusto la coalición de partidos de derecha y los empresarios evasores de impuestos?

Ahora, el Instituto Nacional Electoral le pregunta a Presidencia si les paga a reporteros que cubren las “mañaneras”, insinuando que el gobierno tiene designado un presupuesto para “chayotes” (el león cree que todos se peinan con copete de Peña Nieto).

Esa pregunta, lleva en la punta el mismo veneno de una “fake news”: hacer creer a la gente que el presidente es culpable de lo que, disimuladamente, se le acusa. Vamos, es como preguntarle al presidente: “¿Usted violaría a un niño pequeño?”, pues la misma pregunta ya lleva implícita una presunción de culpabilidad (independientemente de que la acusación sea falsa), pues se trata de generar una percepción negativa en el electorado, percepción que después puede capitalizarse como un supuesto rechazo social, que justifique una probable derrota electoral (mediante un fraude, of course).

Ya vimos ese truco cuando la derecha (anticipándose a un probable triunfo de Morena, en las pasadas elecciones presidenciales), llenó el país con propaganda de un supuesto documental televisivo (que nunca se transmitió), producido por Javier García, titulado: “Populismo en América Latina”, donde se veía a AMLO junto a Hugo Chávez, acusación que nadie tomó en serio, aunque algunos propagandistas de la derecha siguen comparando a México con Venezuela (a pesar de que nunca hemos tenido una Miss Universo). Lo preocupante es que, el supuesto árbitro electoral, actualmente sea vocero de esa patraña.

Los más ridículos acusan al “Peje” de “comunista” y “socialista”, aunque en nuestro país exista la propiedad privada. El chiste está en machacar cosas, tipo: “¡Deje de usar el símbolo de la hoz y el martillo!” (aunque el presidente nunca haya hecho tal cosa), para hacer creer que una futura derrota de Morena, se debió por su terrible dictadura del proletariado.

¿Neto, el presidente les paga a periodistas que cubren las “mañaneras”? A la mejor sí les ha pagado a Denise Dresser, Ricardo Rocha, Jorge Ramos, Frida Guerrera, Rodolfo Montes. Arturo Rodríguez, Peniley Ramírez, Reyna Haidee Ramírez y más periodistas que lo han confrontado en las “mañaneras”. Siguiendo la lógica del INE, seguramente les pagó para que la gente diga: “Ay sí, ay sí, soy muy democrático, les pago para que me confronten y yo quede como muy buena onda”.

Yo solo advierto una cosa: se me hace mucha casualidad que, justo antes de unas elecciones, el INE enseñe el cobre. Para mí, que la derecha está pagando muy, pero muy bien, los favores, lo cual es patético, tomando en cuenta que ese dinero mal invertido (porque Morena aún tiene la mayoría en las preferencias), bien podría haberse destinado a combatir el Coronavirus.