En el artículo de hoy publicado por Federico Arreola, nos dice que probablemente hay un especie de contragolpe de la oposición (que hoy en día francamente no sé cual partido lo conforma, quizá todos los restantes) culpabilizando a Andres Manuel Lopez Obrador por lo ocurrido en Minatitlán. Coincido en que no fue su culpa, pero de alguna manera sí es su responsabilidad, aun cuando también estoy de acuerdo que toda esta descomposición social viene de años atrás ( por no decir de sexenios pasados); lo que sea, ya cansa el mismo discurso de culpar a los demás.

Esta descomposición social viene de años atrás, sí, sicarios hoy de lo más sanguinarios y cruentos que ayer eran niños ¿cómo vivieron sus infancias? ¿Cuánta violencia habrán pasado para que al llegar a la edad adulta sean así? Y el mismo cuestionamiento: ¿tuvieron culpa Fox, Calderón, Peña?

Las familias están rotas , la pobreza es extrema, los que hoy matan ya no son tan mayores: son niños, son adolescentes que ya no creen en el futuro. ¿Cómo resolver esto? No, no es culpa de Andres Manuel. Pero tuvo el error en su campaña política de decir que él acabaría con todo de inmediato. Tuvo el error, cuando se le cuestionó acerca de porqué le brindó guardias de seguridad a Fox y a Calderón, de responder que “era su responsabilidad cuidar de los ex presidentes y de todos los mexicanos”. Los fallecidos en Minatitlán, el joven asesinado muralista en SLP, ¿no eran su responsabilidad también? Yo le aconsejaría al Presidente tuviera cuidado con las formas de decir las cosas y sobre todo prometerlas.

Pero aún más, la manera tan descorazonada de decir las cosas: ayer realizó el pronunciamiento de Minatitlán en el evento en el que estuvo en Veracruz. Todos esperábamos que lo hiciera, pero no con esa frialdad.... parecía no dolerle, no conmoverle, como si ya fuera una cosa normal. Que, sin duda, para muchos ya es una cosa normal esto de enterarse que hubo muertos, violaciones o ejecuciones . Yo creo, señor Presidente, si usted pudiera agregarle un poquito más de emoción y sentimiento a los temas que a todos nos duelen, quisiera creer que le duelen también, sé que le duelen, demuéstrelo: llore con nosotros, muéstrese humano. Más allá de sentirse o vivir enojado, culpando a los otros, si usted pudiera mirarse para adentro y ponerse en el lugar de tantos familiares que hoy tienen el corazón roto.

Recuerdo aquella vez que vi la cara de Andres Manuel conmovido escuchando los testimonios de padres de personas desaparecidas . Su cara denotaba dolor y preocupación. Pero no he vuelto a ver actitudes así. No quiero que se la pase llorando tampoco, ni pido eso. Pero un gesto de humanidad, de sensibilidad, haberle ido a dar el pésame a los familiares, podría haber hecho un poco la diferencia. Sé que usted irá a Minatitlán el viernes, ¿por qué hasta el viernes? Peña Nieto jamás se presentó en Ayotzinapa: no podía, carecía de autoridad moral para presentarse ahí. Pero usted, Andrés, tiene credibilidad para ir a la ciudad de la tragedia.

No se trata de repartir besos y abrazos en campaña y ya obteniendo la Presidencia mantenerte al margen. Usted no es así. Que la agenda ni se la impongan ni lo domine. Lo necesitamos más que Presidente, simplemente humano, señor presidente, como cualquiera de los que sufren.