Este 1 de septiembre, presentará el presidente EPN su IV Informe ante el Pleno de la LIV Legislatura del Congreso de la Unión, cumpliendo así lo que mandata la Constitución mexicana con este acto republicano y de equilibrio de poderes.

Sin embargo, el presidente anunció a través de un video difundido en sus cuentas de redes sociales, un cambio de formato en la presentación de dicho Informe, informó que lo enviará por escrito al Congreso y posteriormente, sostendrá un encuentro con jóvenes del país.

Con esta decisión, sin duda, EPN, se coloca a la vanguardia nacional, respondiendo así a los tiempos de modernidad y avances tecnológicos y a las exigencias de una sociedad cada vez más crítica e informada, pues con la llegada de la alternancia en el 2000 con el panista Vicente Fox, la pluralidad llegó para quedarse.

Si bien la iniciativa de darle un giro al formato en la presentación del Informe es plausible, los mexicanos están ansiosos de verdaderos cambios, resultados y avances en las diferentes áreas del quehacer gubernamental.

No basta con dialogar con 300 jóvenes, escuchar sus inquietudes, y responder a las interrogantes que expongan en el encuentro con en EPN, lo que se requiere es un golpe de timón a cuatro años de la presente administración federal.

Hoy México tiene un nuevo andamiaje jurídico, quizá el más trascendente de los últimos 20 años, producto de las reformas estructurales impulsadas por el Gobierno Federal, sin embargo, éstas han quedado en letras muertas, no se reflejan los cambios en la vida diaria de los mexicanos.

Por el contrario, estas reformas, principalmente la Educativa, más allá de no ser eficaz y de no entregar resultados, ha provocado un conflicto magisterial de grandes dimensiones en estados como Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán.

El Gobierno Federal debe aceptar que se equivocó con la mal llamada Reforma Educativa, fue mal instrumentada y creada desde la soledad de un escritorio; ésta debió haber sido consensada y tropicalizada, es decir, que recogiera los aspectos más sensibles y particularidades de las regiones del país. No es lo mismo hablar de un sistema educativo en Nuevo León que en Oaxaca, hay años luz de distancia.

¿Por qué la Reforma Educativa ha fallado? Porque el espíritu de la Reforma más que ver cómo mejorar la calidad educativa en el país, busca cómo sancionar y controlar a los maestros disidentes. Primero debe verse con qué herramientas se atiende el rezago educativo y de infraestructura, y posteriormente, cómo premiar a los maestros que hagan bien su trabajo y revisar los casos en donde hayan algunas deficiencias para contrarrestarlas con mejores estrategas y herramientas.

Por otro lado, otra de las reformas que ha sido muy polémica, ha sido la Energética, los resultados y los cambios a corto plazo no se han visto, por el contrario, los precios de la gasolina y de la luz han subido, golpeando así la economía de millones de familias mexicanas.

Ante este escenario resulta entendible el rechazo de la gestión presidencial por más del 74 por ciento de la población, de acuerdo a las últimas encuestas; es una cifra altísima y refleja el sentir de la población más vulnerable. Quizá para el Gobierno Federal estas reformas tengan bondades, pero lo cierto es que más allá de eso, no se han tenido los resultados esperados.

Ojalá que el encuentro que sostenga el señor presidente con los jóvenes, sea la oportunidad para entender de una vez por todas que la gente quiere resultados palpables, que la gente quiere que la economía mejore, que se generen más empleos de los que se han creado, que se viva en un ambiente de paz y tranquilidad y un golpe de timón en la administración federal.