Voy a comentar, críticamente pero con respeto y aprecio, la columna de Beam en la que este periodista crítica a Manuel Velasco, gobernador electo de Chiapas, y a la cantante Anahí porque una imagen de ellos, de vacaciones, ha sido portada de la revista ¡Hola!

Dice Beam: “Es vomitiva la portada y el artículo publicado en la revista de chismes y espectáculos ¡Hola! sobre la relación entre el gobernador electo de Chiapas Manuel Velasco y la starlet de Televisa, Anahí esta semana”.

No, esa portada no es vomitiva. Es periodística. Siempre será noticia el romance entre un político importante, y Velasco lo es, y una estrellas del espectáculo de primer nivel, y Anahí lo es.

Antes de continuar diré que conozco a Manuel Velasco y que lo considero un joven educado, brillante y trabajador. A Anahí no la conozco, pero sé que es una persona muy influyente en las redes sociales de internet (tal vez la más influyente en México). Un día, por cierta confusión, un tuit mío fue interpretado como ofensa a esta mujer y sus seguidores, de todo el mundo, me reclamaron. De todo el mundo, sin duda, particularmente de Brasil. Fue impresionante aquello.

Dice Beam: “Vomitiva la pareja, vomitivo el despilfarro que lleva al par a pasearse por diversas partes de México y EU cuando en México niños y jóvenes no tienen perspectivas de trabajo ni estudio, vomitiva la pretensión de estos pendejos de recetarnos un ‘Peña Nieto y La Gaviota: Volumen 2’ cuando el TEPJF ni siquiera ha dictaminado la validez de esta enlodada elección presidencial, vomitiva tanta pretensión ñoña de porquería y argumentos sobados de que la ex anoréxica siempre creyó y esperó a un ‘príncipe azul’, el cual ahora ‘casualmente’ encontró en la forma de un político hijo de papi del PVEM”.

Hablaré ahora de Beam. Es un periodista muy inteligente que, así me parece, esta vez se dejó llevar por sus emociones políticas y por cierta ideología progresista que, cuando no se conduce absolutamente por la senda del análisis, termina en la indignación por la indignación misma.

¿Vomitiva la pareja? No me parece. Creo que, todo lo contrario, es una pareja agradable que llama la atención del gran público.

¿Vomitivo el despilfarro de andar de vacaciones? No hay tal. ¿Debe la gente dejar de consumir solo porque hay “en México niños y jóvenes que no tienen perspectivas de trabajo ni estudio”? Beam se dejó atrapar por una retórica propia de canción de protesta juvenil cuya lógica, si se llevara hasta sus últimas consecuencias, nos obligaría a todos a no escuchar música, no ir a restaurantes, no comprar absolutamente nada, inclusive a no comer. No tiene sentido.

¿Pendejos los protagonistas de la historia? Bueno, uno es gobernador, de los más jóvenes en la historia de México, eso habla del talento de Manuel Velasco. Ella es exitosísima en su carrera. Ya quisiera yo haber conseguido en el periodismo la mitad de lo que Anahí y Velasco han logrado en la política y el negocio del espectáculo. Otra vez, mi admirado Beam se dejó llevar por la ideología.

¿Peña Nieto y la Gaviota segunda parte? Falta tanto para el 2018. ¿Velasco presidenciable desde antes de que EPN asuma el cargo? Qué elogio le ha lanzado Beam. Pero, insisto, se trata de un asunto de largo plazo. Ya se verá cómo se las arregla Manuel Velasco para competir con Miguel Mancera, Marcelo Ebrard, Luis Videgaray, Ernesto Cordero, etcétera.

¿Que no tienen Anahí y Velasco derecho a viajar juntos porque el Tribunal Electoral no ha calificado la pasada elección presidencial? Pues no entiendo por qué no.

¿Que Velasco es hijo de papi? Hay hijos de papi tontos y listos, como hay hijos de albañiles tontos y listos. Lo que sé de Velasco es que es un joven sencillo, amable, inteligente, carismático y esforzado. ¿Alguien le conoce algo malo? Yo no.

Dice Beam: “Pobres chiapanecos, cuanta mierda y cuanto espectáculo decadente les espera en el próximo sexenio”. Se verá cómo le va a la gente de Chiapas en función de lo bien o mal que gobierne el señor Velasco. Espero que se equivoque menos de lo que acierte, y creo que así será. Anahí, si lo va a acompañar, tendrá que ser muy prudente para entender su papel, muy complejo si llega a convertirse en la esposa de un político que empieza y que tiene ya responsabilidades mayores.

Dice Beam: “Y pobres mexicanos si se vuelven a tragar semejante porquería mediática. Ni hablar”. ¿No habíamos quedado, los simpatizantes del movimiento de López Obrador, y Beam es uno de los más honestos y convencidos, que la gente no es tonta, que tontos son los que piensan que la gente es tonta, como tantas veces ha dicho Andrés Manuel?

Con todo cariño, respeto y admiración le pido a mi compañero de trabajo Beam que discutamos este tema, y otros, con serenidad y la mayor objetividad que podamos lograr.