La versión oficial de Protección Civil de Veracruz sobre el incendio ocurrido el pasado domingo en la terminal marítima Pajaritos de Pemex, en Coatzacoalcos, es que un rayo cayó en el tanque de almacenamiento TV-242 que según las autoridades está en desuso.

De estar fuera de servicio, no se hubiera registrado la explosión que reporta en su bitácora el Comité Local de Ayuda Mutua, CLAM, a la que tuve acceso.

Los elementos de ese organismo fueron los primeros en llegar al lugar del accidente, siendo que por reglamento e incluso por disposición del contrato colectivo de trabajo entre Pemex y el STPRM, quienes debieron haberse presentado ahí antes que nadie, son los integrantes de la Comisión Local Mixta de Seguridad e Higiene, un ente formado por igual número de representantes de la empresa y del sindicato.

La misma Comisión -por inoperabilidad de sus integrantes sindicales- “dictaminó” sin estar en el lugar de los hechos, que el tanque donde ocurrió el accidente estaba en desuso, pero no fue así, porque, si no almacenaba combustible ¿por qué la explosión?

Les platico: La máxima autoridad en Pemex respecto a seguridad es la Comisión Nacional Mixta de Seguridad e Higiene, que tiene a su vez una Comisión local en cada una de las seis refinerías que operan en el País.

La principal función de esas comisiones es actuar predictiva, preventiva, y correctivamente en todo lo que tenga que ver con la seguridad de los trabajadores y de las instalaciones de Pemex. Sus integrantes tienen que ser técnicos por parte de la empresa y también del sindicato, expertos en cuestiones de seguridad.

Es tan importante el trabajo de dichas comisiones, que su rol está incluido en la Cláusula 65 Anexo 3 del Contrato Colectivo de Trabajo, sí, ese documento que un deshilachado, devaluado y sobajado Carlos Romero Deschamps, renegoció hace unos meses “representando” al gremio petrolero, a pesar de que su cuarta reelección de finales del 2018 fue señalada como espuria por miles de sus propios afiliados y mediante la cual pretende seguir como secretario general hasta el 2024, buscando cumplir 31 años en ese cargo.

La detención de su abogado Juan Collado, los desaires que el presidente López Obrador le ha endilgado al no invitarlo a las ceremonias conmemorativas de la expropiación petrolera, el Día del Trabajo y otros eventos del gremio laboral, más las dos denuncias de la Unidad de Inteligencia Financiera y un grupo disidente de petroleros, que pesan en su contra por administración fraudulenta y otros delitos, lo han alejado de los trabajadores.

Está tan distraído en buscar cómo eludir la cárcel por la fama pública que se cargan él, sus secretarios generales de las 36 secciones, sus colaboradores directos e incluso sus familiares más cercanos, que abandonó a su suerte un tema crucial para sus agremiados y para la misma Pemex: la seguridad.

El líder político que controla las secciones 10 y 11 de Nanchital y Pajaritos -donde ocurrió el accidente- se llama Ramón Hernández Toledo, incondicional a muerte de Romero Deschamps.

Él, junto con Jorge Wade González, secretario de la sección 10, son los responsables de nombrar a los representantes del sindicato ante la Comisión local Mixta de Seguridad e Higiene, pero desde hace varios años, en vez de colocar en ese órgano a técnicos especializados en seguridad, han asignado a gente de ellos, que si acaso son médicos o enfermeros, pero que nada le saben a los temas.

Por ley contractual y por elemental seguridad, en esos puestos debe haber especialistas, como uno que está reconocido a nivel nacional como la máxima autoridad en niplería, que según él mismo me explicó, es el origen de la explosión e incendio registrados en Pajaritos.

Es de Alvarado, Veracruz, pidió omitir su nombre y voy a dejar que nos explique en su florido lenguaje -por quien pido disculpas a nombre suyo - por qué ocurrió lo del domingo pasado:

“Hernández Toledo y Wade González están haciendo lo que se les pega la gana porque Romero Deschamps se desentendió de los petroleros. Estos dos ponen en la Comisión de Seguridad e Higiene a gente que no pertenece al área de inspección técnica ni de seguridad industrial; mandan a personas de áreas médicas, enfermería, ponen a cualquier pendejo, cuando su labor consiste en cuidar la seguridad de todos nosotros.

La Comisión Mixta de Seguridad e Higiene tiene un poder técnico, no político y por andar con lo segundo dejan que pasen cosas como la del domingo. Ese tanque donde ocurrió la explosión ya había presentado fallas, las cuales no fueron detectadas por los representantes del sindicato encargados de eso porque sencillamente no le entienden al tema.

Los administrativos e ingenieros que pone la empresa no le saben tanto como deben saberle los que representan al sindicato, por eso se vuelve tan importante la selección de quienes integran dichas comisiones.

Esto sucede desde antes del 2016, cuando explotó la planta de Mexichem, aquí mismo en Pajaritos, que mató a 32 compañeros y causó pérdidas por 250 millones de dólares al dueño de las instalaciones y a Pemex.

La causa de esa explosión fue la misma de éste domingo, con la diferencia de que ésta última ocurrió en el combustible que se había fugado por un deficiente acople de niples, coples y válvulas, hacia la cúpula del tanque de almacenamiento.”

 

Si no les incomoda el lenguaje técnico y las mentadas de madre con que mi fuente va a explicar en mi siguiente artículo las razones de la explosión e incendio que acaban de ocurrir en Pajaritos, los espero mañana en éste mismo espacio, con la segunda parte.

Y por cortesía de la irreverente de mi Gaby, para “picarlos” a leer la continuación, les anticipo esto: Mi informante dice que en la madrugada del domingo que ocurrió el accidente, no hubo tormenta eléctrica en esa zona, pero en la libreta de reporte del jefe de guardia está la siguiente anotación: “tormenta eléctrica” y eso lo escribieron para taparle el ojo al macho.

El tanque donde ocurrieron la explosión y el incendio almacena huachicol, y en la jerga del Complejo Pajaritos le llaman “producto de cola” -los involucrados en ese baile van a entender a qué me refiero- que no es otra cosa que gasolina que negocian los “jefes”.

placido.garza@gmail.com

PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe para prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras. Como montañista ha conquistado las cumbres más altas de América.