Texas, no estaba preparado para los madrazos de nieve

Irreverente

Nueva Orleáns. LA.- Después de nuestro periplo por el Súper Owl LV; de atestiguar la misión a Marte desde el mismito Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral y de aventarnos una aventura casi suicida por los Keys de Florida -eventos de los cuales les platicaré luego- tenemos ya tres días esperando en NO señal de mis contactos en el alto mando de Greg Abbot, para poder adentrarnos en el círculo polar texano” y descargar en Houston y en SAT el cargamento que llevamos de agua y víveres para nuestros amigos damnificados de esas ciudades, que viven la primera “edad del hielo” de este pandémico 2021.

Les platico: en Mobile, “Sweet Home” Alabama, cargamos el espacio que aún nos quedaba en la troca, con el avituallamiento (abstemios del idioma, absténganse y consulten diccionario por favor) destinado a familiares y amigos que están viviendo las de Caín con varios días sin agua, luz, comida y !HORROR!, sin internet en sus casas, con nieve hasta el cogote.

La pobrecita troca que tuvo el infortunio de acompañarnos en este viaje, llora a cada paso que damos, debido al chingo de carga que trae en su alforjas.

La irreverente de mi Gaby calcula que debemos traer como 300 kilos y son tantos, que mientras conducía entre Mobile y Nueva Orleáns, estuvo a punto de meterse a uno de los controles de peso que hay en las carreteras gringas para monitorear a los trailers.

Es que como la señal en el camino decía: “vehículos de carga, oríllense a la orilla si flashea el letrero” (obvio, en inglés) y el mentado anuncio estaba parpadeando, pues qué creen que ya iba en medio de tres tractocamiones derechito a las básculas.

El asunto es que aunque mi querido amigo “El Percherón” me reporta que ya regresó el agua a su casa de Houston donde vive desde hace un mes y nunca se fue el internet -uffff, qué alivio- sabemos que mucha gente la está pasando muy mal por allá, en SAT y alrededores.

Por más que digan muchos lo contrario, la neta es que Texas no estaba preparado para los madrazos de nieve y el friazo que les han caído.

Y para que vean que en todos lados se cuecen habas, ahí tienen al legislador texano que fue pillado muy quitado de la pena asoleándose en Cancún, mientras sus votantes estaban en medio de una bañera sin agua y sí -en cambio- atascada de hielo.

Ted Cruz, senador Republicano por Texas, enterró así las posibilidades que tenía rumbo a las elecciones primarias de 2024.

Quien le manda hacer semejante p3nd3jada, con el agravante de que por andar haciéndolo de buen padre -como dijo en son de pretexto al acompañar a sus hijas a Cancún- faltó a la recomendación del gobierno norteamericano de no viajar al extranjero en esta época de pandemia.

El asunto es que como secuela humanitaria y no tan irreverente de mi artículo de “Los ricos también lloran”, les digo que sé de casos dramáticos.

Como el de la familia que se quedó dormida en el confort de la calefacción de su auto en Houston y despertó en el otro mundo, intoxicados todos por el monóxido de carbono que respiraron.

No les platico de otros casos por pudor periodístico pero sí les digo que las cosas le pintan muy mal a mi amigo Greg el gobernador Republicano de Texas, porque además de que muchos regios pudientes le andan haciendo de chivo los tamales con las Pfizer, el manejo de esta crisis polar lo está exhibiendo como un improvisado digno de la funesta 4T que 30 millones de ilusos y alucinados mexicanos le recetaron y endilgaron a 90 millones más el pasado julio de 2018.

De muy buena fuente sé -acuérdense de que tengo a un amigo que es parte del staff de “Amtrack Joe” Biden en la Casa Blanca- que a Greg lo tienen en la mira los Demócratas en el poder.

En Austin, el desbarradero de malas y tardías decisiones del gobernador, ha costado penurias a los texanos como no se veían en más de 30 años.

Incluso han muerto 15 personas a consecuencia de la tormenta invernal.

Y espero que esto que les voy a contar no lo vean con malos ojos: cuando las decisiones de un gobierno le pegan a los más jodidos, no hay purrún, porque el pobre está acostumbrado a medio vivir, a medio comer, y a medio todo.

Por eso, como buenos “perros cafés” -ahora AMLO les dice solovinos- que son, se echan en cualquier lado, comen cuando pueden, duermen cuando pueden, viven cuando pueden y encima dan las gracias.

Ah, pero cuando un gobierno se equivoca y les pega a los ricos, que el Dios de Spinoza coja confesados a los gobernantes.

Y cuando se les pega por igual a ricos y pobres, valiendo madre llamando al Santo.

Eso precisamente le está sucediendo a Greg, que ya no ve lo duro, sino lo tupido... de las nevadas y mentadas.

Entonces, queridos y ateridos lectores, ya vamos entrando al “círculo polar texano” y de lo que ahí encontremos, les reportaremos.

Digo, si es que lo permite la conexión 5G de la que en días normales hay acá, no la carretonera 3G que Slim le receta a México y que el muy cabrón cobra como si fuera una intergaláctica 500G.

Méndigo Slim y más méndigos los de la 4T que le permiten semejante robo en despoblado.

CAJÓN DE SASTRE

“A ver si nos aguanta la troca y no terminamos quedándonos por acá”, dice la irreverente de mi Kalifa, como buena súbdita de los EU que es, y yo por añadidura y lazos de consorte, pues lo soy también.

Y antes de que piensen mal por lo de la atávica aplicación que se le da al término “súbdito”, les recuerdo que a los ciudadanos de los países donde todavía hay reyes, se les dice “súbditos de...”, y aunque a los rábanos socialistas comunistas y anti neoliberales les pese, EU sigue siendo la Meca de las oportunidades, o lo que es lo mismo, el “reino de la oportunidades”, por lo que por añadidura gentilítica, sus ciudadanos son -somos-súbditos de EU.

¿Quedó claro? Gracias.