MVS, de la familia Vargas, está en un lío de los mil demonios: El gobierno le quitó una concesión porque según esto no le daban el uso debido. La concesión era de la famosa banda de 2.5 GHz que usó Multivisión para transmitir por medio de ondas su sistema de televisión. De esto hace muchos años.

 

Después de eso, los Vargas han intentado darle un mejor uso a la banda de 2.5, ya que ahora se sabe que por medio de esa frecuencia se pueden transmitir datos, como de internet, a altísima velocidad. Tan rápido sería que la banda de 2.5 GHz transmitiera internet que dejaría al perrito de Telmex en el completo ridículo.

 

Este proyecto de la familia Vargas no se ha materializado, ya que se necesitan grandes, enormes, inversiones. Han conseguido algunas, pero no las suficientes. También el gobierno le ha puesto una traba: no puedes usarla para eso porque serías un monopolio. Sí, el gobierno mexicano combate a los monopolios, solo a los que no existen todavía.

 

En los dimes y diretes para que el gobierno dé luz verde a este proyecto y se puedan sortear todo tipo de barreras, a la conductora principal de MVS, Carmen Aristegui, se le ocurrió cuestionar el supuesto alcoholismo de Felipe Calderón; solo después de presentar una nota en la que legisladores de izquierda pusieron una manta con la palabra “borracho” y una imagen de Calderón en la cámara. Esto desató la furia del gobierno federal, tanto fue el enojo que llegaron hasta el límite de pedir que no se contratara de vuelta a Aristegui, después de su separación en el noticiero, si querían que la 2.5 tuviera futuro.

 

Aristegui hoy cuenta su versión de los hechos y reafirma lo que ya se sabía: Ella no se disculparía con Felipe Calderón al aire, ya que no le faltó al respeto a él ni al código de ética de la empresa MVS. Cuestionar el estado de salud de Calderón, sobre todo después de que la nota era que legisladores le llamaron borracho en plena tribuna, era su trabajo periodístico.

 

Aristegui da una lección a todos los periodistas que quieren siempre quedar bien con el poder.

 

Creo que MVS, por más que pelee, ya no podrá seguir con la 2.5. El gobierno de Calderón ya se las quitó y Televisa la quiere. Dos poderes con los que nadie se puede enfrentar en México sin perder.

 

Creo que MVS ganó algo importante: El reconocimiento de los mexicanos y el saber que escuchar a esa estación y a Carmen Aristegui es escuchar un periodismo libre, sin ataduras a ninguna fuerza política ni económica.

 

MVS perdió en el negocio, algo sumamente grave y lamentable, pero ganó con actitudes derechas como la que demostraron sus dueños y Aristegui.

 

Por lo pronto reconozco que uno de los grandes orgullos de mi vida profesional es colaborar en ese espacio.