Descansa en paz, Hendrick; mi afecto y solidaridad están con tu familia.

México, ese extraño país donde pueden matar a un niño de diez años en el cine y la empresa que lo dirige se da el lujo de informarlo 10 días después, presionada por una nota periodística.

Todavía le tomó 24 horas más al desvergonzado que dirige la cadena, Alejandro Ramírez (@Alejandro_Ramz) dar acuse de recibo y anunciar que se apoyará con los gastos médicos y funerarios y no solo eso, también se dignará a contactar “de manera personal” a la familia Cuacuas. Magnánimo.

Si bien es cierto que la familia Cuacuas está en todo su derecho de recibir cuanto apoyo sea posible por parte de Alejandro Ramírez, también lo es que deberían de andarse con cuidado. ¿Por qué?

Porque la muerte en circunstancias sospechosas rodea a esa familia. Primero, el patriarca y fundador de Cinépolis, Enrique Ramírez, murió en circunstancias ‘no esclarecidas’, que más bien tufan a contubernio entre ésta poderosa familia michoacana y el gobierno de  Lázaro Cárdenas Batel (no es casual que su hermano Cuauhtémoc Cárdenas Batel sea vicepresidente del Festival Internacional de Cine de Morelia).

¿Por qué hablamos de contubernio? Porque la versión inicial de la Procuraduría General de Justicia de Michoacán habló de que Enrique Ramírez fue victimado de cinco balazos, percutidos por su esposa. La PGJE giró órdenes de aprehensión contra ella y uno de sus hijos.

Por su parte, la turbia familia Ramírez señaló que se trató de un suicidio (con cinco balazos de por medio, claro) y acusó una campaña de desprestigio en su contra por parte de medios nacionales, esos a los que no había podido comprar.

Luego, en mayo de este 2012, falleció Jaime Ramírez Villalón, presidente de Relaciones públicas e internacionales de la Organización y hermano del ya citado @Alejandro_Rmz.

¿De qué murió? De complicaciones postoperatorias, aunque hay informes que señalan que “hasta el momento no se sabe las causas  reales de esta muerte y cuales fueron las razones por lo que fue operado”. Cualquier parecido con el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, el ‘Señor de los Cielos’, es mera coincidencia.

Y ahora, ¿por qué nunca nos enteramos de estas cuestiones?  ¿Por qué hasta que un niño falleció no supimos que podrían haberse registrado hasta cuatro homicidios en el Cinépolis de Plaza Ermita?

Por la cercanía existente entre ésta familia michoacana,  Televisa y sus compinches que manejan a la mayoría de los medios informativos del país.

Y ese silencio no es de ‘cuates’, es comprado: Cinépolis, además de estar aliada con la Fundación Teletón, distribuyó aquél bodrio llamado ‘De Panzazo’, donde Carlos Loret de Mola culpaba a todos en el país de la situación de la educación en México, excepto a su casa Televisa, que realiza la noble labor de hacer “televisión para jodidos”, como en su momento lo señaló “El Tigre” Azcárraga.

Y con esto, entendemos el por qué una empresa puede ‘omitir’ (y de acuerdo con informes periodísticos, amenazar con despedir a los empleados que lo comunicaran) el asesinato de un niño de diez años en sus instalaciones, añadiendo otros tres probables.

¿Qué sigue? Democratizar el acceso a la información. Que no sean los pocos los que con base en dinero, puedan ocultar la verdad a los muchos.

Descansa en paz, Hendrick.

Nota: nada de sospechosismos, aquí están las ligas de soporte a la información:

*Fallecimiento de Enrique Ramírez:
  http://www.jornada.unam.mx/1996/07/27/RMREZ00-2607.html

*Fallecimiento de Jaime Ramírez:
 http://784rpm.wordpress.com/2012/05/20/muere-en-guadalajara-jaime-ramirez-villalon-de-organizacion-ramirez/

*Relación Televisa – Cinépolis:
http://www.lamaga.com.mx/?p=321
http://www.imdb.com/company/co0323386/

*Amenazas a trabajadores de Cinépolis:
http://www.ricardoaleman.com.mx/la-otra-opinion/mexico/3466-cinepolis-reino-de-la-explotacion-amenaza-a-sus-trabajadores-