Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota necesitaban, para incrementar sus posibilidades de éxito en las elecciones presidenciales de 2012, noquear a Enrique Peña Nieto en el primero de los dos debates presidenciales que el IFE ha organizado.

 

Creo que no lo lograron.

 

López Obrador, como siempre, se vio muy convincente. Metió en problemas a Peña Nieto, pero le faltó información (por su posición no la tiene) para destruir al mexiquense, y por lo tanto no lo destruyó. Lo que sea, AMLO subirá algunos puntos.

 

 

Vázquez Mota, candidata del partido en el poder, no traía nada medianamente fuerte como para noquear a Peña Nieto, y no lo noqueó. Quedó claro que Felipe Calderón no tiene información delicada acerca del candidato del PRI, o si la tiene no quiso compartirla con la candidata del PAN. Josefina tuvo que conformarse con críticas menores al priista, un político del que se esperaba jugara a la defensiva, pero que sorprendió al irse al ataque respondiendo todas las críticas. De hecho, en el intercambio de golpes Peña Nieto zarandeó fuertemente a la panista. No crecerá la señora Vázquez Mota después del debate, o no lo suficiente, y hasta podría hasta caer un poco.

 

Peña Nieto fue a lo suyo: evitar que lo noquearan. Sabía que le iban a tirar con todo y, bien preparado por su equipo, eludió los golpes más fuertes, lo que le llevó a lograr su objetivo: dejar las cosas como estaban antes del debate.

 

Es lo que pienso. Ya se verá qué dicen las encuestas. La de Covarrubias y Asociados, que publicará SDPNoticias en unos 15 días, empezará a aplicarse el próximo fin de semana.

 

Esa y otras encuestas dirán si el debate sirvió para modificar las cosas o su todo sigue igual.