Aunque José Narro Robles no lo pretenda, su renuncia al PRI puede crear un movimiento cismático al interior del partido. Narro Robles puede liderar una fractura que devenga en otro partido político. Es difícil porque si no pudo lograr un padrón para sí mismo dentro del Revolucionario Institucional, ¿cómo lo hará afuera? A menos de que tenga un apoyo fuerte de los empresarios opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Veamos sus razones:

“Es muy preocupante el curso que tomó el proceso de elección. Son evidentes las muestras de que existe un preferido de la cúpula del PRI. El candidato oficial de los gobernadores y de quien fue hasta recientemente el jefe político del partido”.

Obvio, el jefe político del partido fue el expresidente Enrique Peña Nieto que cambió las reglas para hacer candidato a José Antonio Meade y, ahora, se supone, pretende seguir mangoneando a la cúpula priista. Desde esta postura, Pepe logra algo esencial para un sector muy importante del PRI: deslindarse, romper con Peña Nieto y su sexenio.

“Son groseros los indicios de intervención del gobierno federal en la misma dirección. Quien hasta hace unos meses declaraba duramente en contra del candidato oficial hoy lo anima y lo arropa. Hay que evitar que las decisiones del PRI las siga tomando el presidente en turno”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ya le había dado un “llegue” al exsecretario de Salud al decir que fue omiso en el “huachicoleo” de medicinas. Narro respondió que, ante AMLO, “No me tiembla la mano ni las rodillas”.

Al implicar a Andrés Manuel en la contienda interna del PRI, el exrector de la UNAM no sólo critica el sometimiento de los gobernadores priistas al presidente nacido de Morena, también “sugiere” que el “pacto” de cuidarle las espaldas a Peña Nieto por parte de este gobierno, seguirá vigente, a pesar de las indagatorias que pudieran surgir en otros países, en principio los Estados Unidos y luego España.

En una columna de José Luis Camacho Acevedo publicada a fines de marzo en El Heraldo, se preguntaba si Narro tenía fuerza para ir contra AMLO: “Una sola pregunta: ¿Tendrá Narro el estado de ánimo y la serenidad para enfrentar a un durísimo contendiente como AMLO en los comicios de 2021? La respuesta parece ser obvia, aunque en política nada es para siempre y nunca está todo escrito”.

Pues no, ya vimos que no tuvo la fuerza, que le temblaron las rodillas. Tampoco la tendrá Alejandro Moreno, “Alito”, quien entregará la elección del 2021 en una nueva modalidad de concertacesión.