Sin lugar a dudas México es uno de los países a nivel mundial en donde se disfruta con mayor pasión y euforia el fútbol y todo el aparato mercadológico y de consumismo que ello conllevan, en el país es un negocio muy redituable este deporte.

En nuestro país, la conformación de la identidad y la idiosincrasia mexicana, se ha basado en mayor parte en acontecimientos históricos, como la Independencia y la Revolución Mexicana, que nos hacen sentir el orgullo y fervor nacional. Sin embargo, también elementos culturales han contribuido con la identidad nacional.

Más allá del aspecto religioso, la Virgen de Guadalupe guarda un significado cultural dentro de la identidad mexicana. Pero también, el fútbol y de manera específica, la selección mexicana es un referente de la identidad nacional.

No hay ningún otro selectivo deportivo, que no sea la selección de fútbol de México, que nos haga recordar lo mexicano que somos. Una selección, con clarosucuros, que hace sentir la sangre azteca recorrer por cada centímetro de nuestras venas, una selección que lo mismo nos hace llorar de felicidad que de tristeza. Una selección que representa el sueño de millones de mexicanos de obtener victorias y conseguir títulos.

El selectivo mexicano, es un referente aspiracional de la mayoría de mexicanos, todas y todos en este país, anhelan con ser exitosos, con obtener triunfos en sus vidas y con alcanzar cada uno de sus propósitos.

Desde 1986, en el que la selección mexicana avanzó a cuartos de final, México no ha vuelto a albergar una Copa Mundial. Han pasado ya 30 años desde aquel momento, en el que el país enteró volcó su atención a ésta, la más importante competencia deportiva a nivel mundial.

La oportunidad que México sea nuevamente sede de un Mundial no es tan remota, recientemente directivos de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) dieron a conocer la posibilidad que la Copa del Mundo del 2026, pueda recaer en la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (CONCACAF) a la cual pertenece México.

En virtud de ello, México se posiciona como uno de los países favoritos de la CONCACAF para ser sede del Mundial 2026, se disputaría la sede quizá con Estados Unidos o Canadá; pero también existen versiones extraoficiales que apuntan a un Mundial en conjunto, es decir, algo como lo sucedido en el Mundial Corea – Japón 2002, en donde dos países puedan ser sedes de la competencia deportiva.

México cuenta con estadios modernos y que cumplen con las normas estipuladas por la FIFA y cuenta con casas club de primer mundo como la del Necaxa en Aguascalientes, que es uno de los más sofisticados del continente americano.

El sistema de trasporte terrestre se encuentra en óptimas condiciones, pues la mayoría de los estadios más modernos se encuentran en las capitales de los estados con más altos índices de desarrollo del país, como la ciudad de México, Guanajuato, Nuevo León, Jalisco, Querétaro, Aguascalientes y Puebla.

Sin embargo, albergar un Mundial requiere de presupuestos y de inversión. Si bien la iniciativa privada aportaría grandes recursos por la derrama económica que implica la llegada de miles de aficionados y turistas de todo el mundo, el Gobierno Mexicano tendría que invertir recursos públicos para mantenimiento y mejoramiento de la infraestructura deportiva, carretera y de servicios.

De concretarse la postulación, habrá un sector de la población que se oponga, pero es normal, toda decisión siempre genera resistencias. El reto es que para el 2026, México tenga un gobierno honesto y eficiente, y con el uso racional de recursos, nuestro país pueda ser sede nuevamente de un Mundial, ello generaría miles de empleos directos y una derrama económica impresionante.