Revela el trato que los medios le dieron Britney Spears

El nuevo documental producido nada más y nada menos que por el New York Times relata una faceta poco conocida de la ex estrella juvenil.

Aunque formó parte de la banda sonora de mi generación, nunca me llamó la atención la música de Britney Spears. Como ocurría en los tiempos “más simples” de inicio de los dos miles, los gustos musicales estaban muy divididos en ese entonces entre “poperos” y “rockeros”, estando yo firmemente plantado en el segundo bando.

El documental “Framing Britney Spears”, dirigido por Samantha Stark, hace una buena labor de mostrarnos a quienes no seguimos la carrera de Britney más allá de sus mega-hits como “...Baby One More Time” y “Oops, I did it again” el lado humano de una cantante que bien podría haber sido explotada laboralmente por su padre, Jamie Spears.

Entre la obsesión del “redneck” papá de Britney porque su hija le comprara “un barco”, como la forma en que el mediocre cantante y actor Justin Timberlake monetizó su relación y ruptura con la artista, la vida de la intérprete ha sido dominada por hombres con intereses y motivaciones, por decir lo mínimo, oscuras.

Esto, aunado al acoso de los medios a la cantante luego del nacimiento de sus hijos y divorcio, llevó a su familia a crear un fideicomiso “desinteresado” que se hace cargo de su carrera y cuyo aspecto económico, hasta hace poco, era controlado férreamente por el codicioso padre de la cantante.

Fans la apoyan con campaña 

El documental termina por explicar el origen del movimiento para liberar a Britney, #FreeBritney, el cual únicamente señala lo obvio, que la cantante es una mujer adulta que es capaz de decidir el rumbo de su carrera.

Quizás, como señalara el documentalista Michael Moore en una parte del documental, lo mejor sería que fans, medios y familia simplemente dejaran que la cantante viva su vida en paz y como le plazca.