“Este gobierno garantizará justicia y terminará con la corrupción, impunidad y la mala herencia de administraciones pasadas”

<b>AMLO.</b>

En el gobierno de las fantasías de AMLO el combate a la impunidad es solo un mito más. El compañero presidente y camarada Andrés, no acabó con la corrupción ni ejerce la justicia, sino que convirtió la impunidad en uno de los signos distintivos de su gobierno.

Para la organización Human Rights Watch (HRW), durante el gobierno de AMLO, dice:

“Han continuado las violaciones a los derechos humanos, torturas, desapariciones forzadas, abusos contra migrantes, ejecuciones extrajudiciales y ataques contra periodistas independientes y defensores de derechos humanos”.

Human Rights Watch (HRW).

Informe dio a conocer crímenes contra periodistas

El su reporte HRW, resalta que AMLO amplió considerablemente la participación de las fuerzas armadas en operaciones que anteriormente eran exclusivas de las autoridades civiles en cuanto a la aplicación de la ley. Dispuso “su movilización para tareas del orden público y control de aduanas, control de la migración irregular, gestión de programas sociales y el desarrollo y operaciones de megaproyectos”, que ha llevado a mayor presión e impunidad ante hechos contra la sociedad civil.

El informe anual de Amnistía Internacional “Los Derechos Humanos en las Américas: retrospectiva 2019”, asegura que se cometieron crímenes graves como ataques contra periodistas y defensores de derechos humanos, así como contra mujeres, migrantes y comunidad LGBTI+.

La organización destaca el cambio en la política migratoria de México que pasó de tener un enfoque de derechos humanos, a una persecutoria tras las amenazas del gobierno de Estado Unidos de imponer aranceles comerciales a menos que se establecieran más controles migratorios.

Casos de corrupción impunes

AMLO no se cansa de repetir y repetir, como siguiendo el manual de Goebbels, que en su gobierno:

“Ya no hay corrupción tolerada desde arriba”

AMLO.

Aseguró que la estrategia para acabar con la corrupción sería “como se barren las escaleras; es decir, de arriba para abajo”.

La realidad lo pone en su lugar

A Manuel Bartlett, director general de la CFE se le documentó que incumplió la ley al ocultar 23 residencias y 13 empresas. La respuesta de AMLO, cuando se trata de uno de los suyos, siempre es la misma: todo es un complot, un ataque político, una conspiración de los intereses oscuros, después le ordenó a la secretaria de la Función Pública exonerar a Bartlett y ella enseguida aseguró que no había delito que perseguir.

Esa exoneración fue mucho más vergonzosa que la de Virgilio Andrade con el caso de la Casa Blanca de Peña Nieto, en ese caso fue una sola propiedad, mientras que en la de Bartlett, fueron 23 y varias empresas.

La joya de la impunidad

Mexicanos Contra la Corrupción documentaron los fraudes cometidos por el hijo de Bartlett al vender ventiladores a sobre precio y luego una investigación de Carlos Loret, reveló que tenía otros contratos por más de 162 millones de pesos con diversas dependencias federales.

A la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, se le descubrieron seis propiedades que no declaró, aunque así se lo exige la ley, una de ellas fue supuestamente donada por el Gobierno de la CDMX. Además, se comprobó que las casas fueron adquiridas de contado y que los ingresos de ella y su marido no alcanzaban a comprar dichas propiedades.

Al hermano de Irma Eréndira, Amílcar, ex súper delegado en Guerrero (nepotismo puro) también se le agarró con las manos en la masa desviando recursos de los programas sociales para efectos electorales. Su hermana lo exoneró sin importarle que eso implicara otro delito, conflicto de interés.

Al director del IMSS, Zoé Robledo, se le documentó que otorgó contratos en favor de empresas de su hermano.

El exdirector del INDEP, Jaime Cárdenas denunció la corrupción que existía en esa dependencia desde las altas esferas. Mencionó que el secretario particular de AMLO, Alejandro Esquer -el que sustituyó en el puesto a René Bejarano después de que lo agarraron recibiendo dinero- junto con quien hoy, casualmente, es director del INDEP, Ernesto Prieto, se llevaron bienes embargados antes de que fueran adjudicados en favor del gobierno federal.

Jaime Cárdenas identificó, entre otras irregularidades, la alteración de las joyas embargadas, avalúos por debajo del precio, así como el pago excesivo y mediante adjudicación directa a las empresas dedicadas supuestamente a resguardar dichos bienes.

Al hermano de AMLO, Pío López Obrador lo agarraron recibiendo dinero en efectivo para la campaña de su hermano de manos de David León, quien había sido Director de Protección Civil y promovido para dirigir una empresa creada por AMLO para el manejo de la distribución de medicamentos. Como dicen, la iglesia en manos de Lutero.

Luego salió la corrupción de la prima de AMLO, Felipa Obrador, quien obtuvo contratos preferenciales de Pemex, por más de 465 millones de pesos.

El director de Pemex, Octavio Romero y la exdirectora del Cenegas, Elvira Daniel, junto con sus hijos, son socios de una empresa que no fue incluida por los funcionarios en su declaración patrimonial.

Pero la joya de la impunidad, el cinismo más grande, es el caso del ex director de Pemex, Emilio Lozoya a quien el gobierno de AMLO fue en su rescate y lo trajeron de España con el único propósito de sacarlo de la cárcel y liberarlo en México.

Sin embargo, ese vergonzoso caso aún puede ser superado con algo mucho peor y para eso está Elba Esther Gordillo o Carlos Romero Deschamps con el anuncio de su jubilación, una salida pactada que viene a confirmar lo que ya sabíamos: la vigencia del pacto de impunidad.