¿Maquiavélico o incompetente?

En menos de dos meses, la travesía épica del nuevo ejecutivo federal ha dejado más preguntas que respuestas. Andrés Manuel se defiende diciendo que es difícil enderezar un gobierno que andaba tan mal, pero que en seis meses todo se regularizará... Ojalá así sea. Sin embargo, llama la atención que todos los flancos abiertos por el presidente y su equipo —que son muchos—, cada asunto que toca, los vuelven un problema más que una solución.

Ello da cabida a varias preguntas: ¿Es intencional? ¿Sigue aquellas formas tan características de Camacho Solís, quien creaba problemas para después resolverlos? ¿O son errores de él y de su equipo de trabajo? ¿Qué pasó con el jefe de gobierno del DF que, ahora, como presidente de la República, solo da de tumbos?

Si resultara todo una serie de problemas intencionalmente creados, Andrés Manuel sorprendería como el más truculento de nuestros políticos (triste forma de pasar a los anales de la historia como el gran “salvador justiciero”). La otra opción es aún más lamentable: se trata de un “manitas de masa”.

En resumidas cuentas, las medidas emprendidas a veces hacen pensar que tenemos a un ejecutivo muy astuto y otras que existe nobleza, pero que los resultados son/serán desastrosos.

Medidas engañosas

√ Recortar el presupuesto a los organismos constitucionalmente autónomos. Tal vez el recorte se deba a que son “OCAs” y no gansos… Ello los deja no solo en la indefensión sino además les restringe capacidad para accionar programas, generar análisis y estudios que aporten datos/información objetiva e independiente sobre diversos aspectos de la economía, desarrollo social, competitividad, etc. tan necesarios en México. El caso del recorte del 7% al Coneval y la cancelación de la encuesta de gasto, es ilustrativo. Afectará la medición de la pobreza y también el saber cómo estarán funcionan los programas gubernamentales para disminuir la misma. Lo anterior permitirá que el gobierno federal maneje sus “propias” cifras (“Yo tengo otros números” —AMLO, rueda de prensa, 24 enero), anulando no solo las contradicciones o cuestionamientos, sino toda rendición de cuentas. Y es que el construir cifras propias hace de lo especificado por los organismos autónomos algo irrelevante.

√ Utilizar una consulta popular (menos del 1% de la población se pronunció) para zafarse de la obra que él nunca apoyó: el NAIM. Los costos asociados pasan a justificarse a través de la “voluntad del pueblo”.

√ Compras y asignaciones directas. No se informa las razones del porqué o del cómo se opta por determinado proveedor, como por ejemplo para la definición de Banco Azteca con la gestión de las tarjetas de “Jóvenes con Futuro” o comprando más de 600 pipas sin licitación.

√ Programas sin reglas de operación, sin variables y población objetivo establecidos. Ejemplos: Jóvenes construyendo el futuro, 3ª edad, Personas con discapacidad, dinero a pobladores en zonas huachicoleras, etc., etc., etc. Todos ellos con tufo clientelar evidente.

√ Recortes del dinero federal destinado a los gobiernos locales para educación. Si el gobierno federal decide estrangular al local, ¿cómo se defiende éste? Ejemplo: Michoacán.

Medidas insensatas

√ Mandar el avión presidencial a California, donde —además de estar a la intemperie— se tiene que pagar un “estacionamiento” mensual de $80 mil USD.

√ El aeropuerto cancelado con costos hundidos superiores a los 100 mil millones. Se perderán 45 mi empleos temporales y más de 20 mil permanentes. Aún no se tiene la cifra exacta de lo que supondrá la recompra de los bonos de los inversionistas. Pérdida en el valor de las AFORES de los trabajadores, pues pierden capital, al haber sido invertidas en fibras del NAICM. Un nuevo aeropuerto autorizado, carente de estudios de factibilidad y licitaciones, y con un "enganche" de mil millones de pesos (sólo el primer año).

√ Otorgar dinero a la CNTE para que se retiren de las vías férreas que han bloqueado. Premiar el dejar a los alumnos michoacanos sin clases (eso sin contar que ahora ya se sumarán Oaxaca y Chiapas nuevamente). Permitir la toma de cuatro vías de FFCC, provocando daños a las industrias, al comercio y a la economía nacional, así cómo pérdida de confianza en el gobierno y vulneración al estado de Derecho. Hasta ahora la sangría se calcula en 14 mil millones de pesos, sin contar los cinco mil millones que terminarán por concederles...

√ La guerra contra el huachicol: pérdidas económicas en tres semanas que superaron los 20 mil millones de pesos. Multas que oscilan entre los 20 mil a 45 mil USD al día por barco petrolero esperando descargar el combustible. Cancelación de compra/importación de gasolinas y crudo ligero, generando paros de refinerías y desabasto de combustibles. Eso sin olvidar la negación inicial de dicha información, para luego aceptar que era cierta. Cerrar el flujo de los ductos para evitar el robo. ¿Cuándo irán a reabrir permanentemente y a la vez estarán adecuadamente cuidados? Recordemos que el costo de traslado en pipas es 15 veces mayor al de trasladar el combustible en ductos. Con una deuda más cara (mayores pérdidas para la paraestatal), baja de la calificación crediticia de Pemex por parte de Fitch Ratings.

√ Inicio de construcción de una refinería en Tabasco sin licitación y sin producción de crudo.

√ Inversiones millonarias para perforar pozos petroleros detenidas "por revisión de contratos". ¡Que se apuren a revisarlos!

√ Más de 3 mil millones de dólares de inversiones en energías limpias suspendidas por cancelación de subastas.

Otras medidas desastrosas variadas

√ El Tren Maya, autorizado por "la madre tierra", sin estudios ambientales ni de factibilidad técnica, ni mediando licitación alguna.

√ El inminente desabasto de medicamentos debido a que la COFEPRIS no ha concedido ningún tipo de licitación.

√ Despido de miles de burócratas que se suman a la tasa de desempleo nacional. Y peor cuando se espera una desaceleración económica mundial.

Contradicciones en cifras

√ Las que se dan entre el gobierno federal y los locales en diversos rubros, como es el desabasto.

√ El pronóstico de bajo crecimiento en el PIB de este año, dado por el FMI, mientras que el López Obrador dijo —sin fundamentarlo— que el país crecería más que eso.

√ Los ahorros pregonados por AMLO en la lucha contra el huachicol, pero que no contabilizan todos los costos asociados.

√ Cero endeudamiento, pero colocando una deuda por dos mil millones de dólares (38 mil millones de pesos) a una tasa de rendimiento del 4.577%, superior en más de medio punto a las que México solía vender su deuda. Esta amparada en el Plan Anual de Financiamiento 2019, el cual permite un endeudamiento externo neto por 5,400 millones de dólares (casi 102 mil millones de pesos).

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México requiere un líder que no lleve a rastras tantos fantasmas y fobias. Alguien que sepa ser racional y sensato, para que sus decisiones no acarreen altos costos al país. Necesita de un estratega que no sea “manitas de masa”; que sus decisiones generen beneficios y no dudas y pérdidas. Eso requerimos de Andrés Manuel.