La titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, declaró que, a diferencia de las pequeñas empresas, “de un día a otro, se han despedido hasta 700 trabajadores en un solo día”, agregando: “No existe fundamento legal, frente a esta emergencia, para separar a los trabajadores, o para despedirlos. El llamado que hacemos, sobre todo a esas empresas, es a reconsiderar”.

Honestamente, no me asombra la cifra de despidos durante la severa crisis que estamos padeciendo, sino que hasta ahora salgan a flote los despidos injustificados, que son toda una tradición en México (esto me recuerda cuando el trágico sismo de 1985, reveló las pésimas condiciones laborales de las costureras aplastadas, lo cual no se corrigió y los cadáveres volvieron a salir a flote en la Colonia Obrera, en el sismo del 2017).

Luisa Alcalde dijo que la dependencia a su cargo le estaba dando “seguimiento puntual” a las empresas insensibles, entonces sabrá (sobre todo si no existe “fundamento legal”) que muy probablemente esos no fueron despidos, sino “renuncias forzadas” (diferencia jurídica que le permite al empresario despojar al trabajador de una gran parte de su finiquito).

Ahora bien, si no hay “fundamento legal”, entonces a esas empresas no se les pide que “reconsideren”, sino que se les aplica todo el peso de la ley (¿si no, para qué sirve la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, y la Junta de Conciliación y Arbitraje?)

Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, también dijo que si se detectan despidos por el covid-19, “habrá consecuencias”. ¿Y por qué solo por el covid-19? Es como decir: “están mal todos los asesinatos durante la pandemia” (cuando el asesinato es un delito grave de por sí, ocurra en épocas de pandemia o de carnaval).

El 31 de Julio de 2018, Francisco Darío González Albuerne, propietario del periódico Milenio Diario, nos obligó a firmar renuncias a más de 200 trabajadores (por ello, sobre su empresa pesa una demanda, que esperamos se resuelva justamente). Entre 2018 y 2019, pasó lo mismo con el periódico Excélsior, Grupo Imagen y Notimex. En este 2020, continuaron los despidos injustificados en Grupo de Comunicación Kátedra, Grupo Travesías Media, la revista Chilango y Máspormás. Es por ello que varios trabajadores de medios nos estamos reuniendo para formar un sindicato. A todos los interesados en formar parte de esta lucha, pueden contactar: Colectivo Tenemos Que Hablar (en Facebook) y @medios_hablemos (en twitter).

Lo más triste es que empresas de diversos ramos: bancos, supermercados, fábricas, etc., tienen como práctica común obligar a sus trabajadores a firmar renuncias (incluso mediante métodos violentos), y despojarlos de su finiquito, ante el abandono de instancias jurídicas (por ello, pocos abogados laborales toman los casos de ex-empleados que ya firmaron su renuncia, así sea contra su voluntad).

Esperanzado en una auténtica Reforma Laboral, el 1° de Mayo del 2019 publiqué en SDPNoticias, mi Manifiesto Contra el Negocio de los Despidos , del cual, comparto de manera resumida sus principales puntos:

1. No debe limitarse el acceso a la justicia.

2. Despido no es renuncia.

3. Ningún trabajador debe ser obligado a firmar documentos cuyo contenido desconoce o está en desacuerdo.

4. Todo trabajador debe ser informado sobre el contenido de los documentos que se le dan a firmar.

5. Debe pagarse el 100% de liquidación.

6. El trabajador no es culpable de su despido.

7. La renuncia forzada debe tipificarse como delito.

Ojalá, durante esta pandemia, sean reconsiderados, y cuando el mundo recupere su marcha habitual, se haga justicia. Gracias.