Se terminó de discutir y votar la contrarreforma educativa en la Cámara de Diputados. Falta ahora su aprobación en el Senado. 

Considero que, en el afán de querer quedar bien con todos, con todos se está quedando mal. Mismo en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) —por quien se armó todo este alboroto— se quejan de que se trató de un “madruguete” porque la nueva reforma se aprobó el 25 de abril, ¡en tiempo de vacaciones escolares! ¿Será por eso que no tomaron las instalaciones del Congreso? ¿O, qué, siempre sí les conviene como quedó la contrarreforma?

El ejército intelectual

Por su parte el SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), a través de su secretario Cepeda Salas, acompañado de los 55 secretarios seccionales, acotó: “nos declaramos aliados del presidente de la República y nos ratificamos como ‘el ejército intelectual’...”. 

¡Ufff! Flaco favor. Conociendo los bajos niveles de educación en los últimos años, uno se pregunta por el grado de “intelectualidad” del SNTE y de la CNTE (para que estén en igualdad de términos). Tal vez el concepto de “ejército” que se usó, se le dejó escapar del subconsciente al líder magisterial, pues se viene la batalla al interior del sindicato, dado que la “Maistra” Elba ya anunció a tambor batiente que va por “su” propiedad... la única que no le han devuelto. En todo caso, la verdad es que el SNTE busca el apoyo del ejecutivo federal, más que arropar a este.

Nada es suficiente

No debemos olvidar que para la CNTE nada es suficiente. Basta recordar la reciente toma de vías en Michoacán. Aunque el gobierno federal les dio todo lo que pedían y más (8,000 millones de pesos y otras monerías), la Coordinadora no liberó las vías por un mes más, aunque el dinero ya se encontraba con ellos. Eso sin olvidar que tomar vías de transporte es considerado delito federal. Obvio, NADIE fue procesado.

Tampoco les bastaron las diputaciones otorgadas por AMLO a través de Morena. No se diga la toma del Congreso de la Unión y el secuestro de la educación en Chiapas, Guerrero, Michoacán, durante ya demasiados años.

Todo lo que el gobierno cede ante la CNTE, nunca es suficiente. Esto es cierto más allá del régimen de la 4T.

El diablo está en los detalles… y en la conformación del Congreso

El artículo 16 transitorio de esta nueva reforma estipula: “Con la entrada en vigor de las presentes disposiciones, los derechos laborales de los trabajadores al servicio de la educación se regirán por el artículo 123 constitucional Apartado B.

Con fundamento en este Decreto, la admisión, promoción y reconocimiento se regirán por la Ley reglamentaria del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros”. Dicha ley reglamentaria aún no se elabora. Se normará en la Cámara de Diputados, donde al ser solamente ley secundaria y no promover cambios a la Constitución, para pasarla sólo se requiere mayoría simple, la cual tiene Morena. He ahí el “detalle”. Uno se puede imaginar cómo quedará la misma si se considera el voto y fortaleza de los diputados del CNTE-Morena. Peor será su decisión e impacto, después de que el mismo Andrés Manuel les llamó “fifís” por oponerse a la contrarreforma.

Sin embargo, ahí no termina la contradicción en el 16 transitorio. Al citar el artículo 123 Constitucional Apartado B, fracción VII: “La designación del personal se hará mediante sistemas que permitan apreciar los conocimientos y aptitudes de los aspirantes” y en su fracción VIII: “Los trabajadores gozarán de derechos de escalafón”, evoca que cualquier ley secundaria se encontrará por debajo de la Constitución –o tratados internacionales. Así, la “ley del sistema para la carrera de las maestras y los maestros” deberá adecuarse a dicho artículo.

Y sí, el diablo está en los detalles, pues al ser tan amplio el sentido de ambas fracciones, los sistemas de evaluación o de escalafón podrán ser definidos en la ley o, peor, que sea tan ambigua y amplia dicha ley, que se permita de todo. Desafortunadamente, no se vislumbra una normatividad congruente o justa.

¡Lástima! Nadie contento

En Oaxaca, para otro asunto, Andrés Manuel utilizó la frase: ¡Lástima Margarito! Hoy, viendo el boquete dejado a través del 16 transitorio, seguramente la CNTE le podrá decir tanto a López Obrador como a los estudiantes: “¡lástima! La educación solo es de adorno; nos volvimos a salir con la nuestra.”