Curioso que las “alineaciones” de los empresarios estadounidenses y mexicanos en la cena que tendrán con los presidentes de México y Estados Unidos den once de un lado y once del otro. Si hay personas cabalísticas en el mundo son los políticos, ¿por qué once y once?

Mucha gente cree que cuando aparece el 11:11 en sus relojes es una señal para pedir un deseo, otros piensan que el número once representa súper conciencia, se le considera un número maestro. Para mentes más simples como la mía, veo once de un lado y once del otro y solo se me ocurre pensar en alineaciones de futbol.

Las alineaciones

Por el equipo de los Estados Unidos en una formación 4-3-3:

En la portería está Kumar Galhotra de Ford Motor Company, seguramente buscará ver la posición de manufactureras de Ford en nuestro país y cómo detener los posibles goles que surgirían en el acuerdo del nuevo TLC con México.

En la defensa están todos los que tienen que ver con commodities como el petróleo y el acero:

Jeff Martin de Sempra como carrilero, Dan Dignes de Cabot Oil and Gas Company y Gretchen Watkins de Shell Oil Company con León Topalian de Nucor como lateral izquierdo.

En la medida de contención como un 5 clásico James Taiclet de Lockheed Martin especialista en equipo militar y de vigilancia. Apoyando a la contención está Bob Swan de Intel compañía de comunicaciones.

Quien más creativo que Charles Rivkin de la Motion Picture Association of America que llevará la magia de los medios de comunicación gringos a la cena.

Adelante David Abney de UPS y Fred Smith de FedEX que, aunque son de equipos rivales, hablan el mismo idioma que es la logística. Además estaría Micheal Dykes de la International Dairy Food Association que poco tiene que ver con los temas generales de los invitados pero que seguro tendrá algo que decir al ser una asociación gigantesca en Estados Unidos.

De lado mexicano la formación es una 4-4-2 un equipo de comunicaciones, creativos y financieros más que de fabricantes y energéticos como los estadounidenses.

En la portería Daniel Chávez de Grupo Vidanta que buscará como traer a los americanos de nuevo a México como turistas.

En la defensa estarán los financieros Carlos Bremer de Value, Patricia Armendáriz de Financiera Sustentable, Carlos Hank de Banorte buscando inversionistas que vengan al país y como líbero Miguel Rincón de Bio Pappel que podría tener una muy buena platica con los de logística de UPS y FedEX para venderles sus productos de empaque.

En la media tenemos a muchos jugadores multifuncionales, Carlos Slim de Carso, Francisco González de Multimedios, Ricardo Salinas de Grupo Salinas y Marcos Shabot de Arquitectura y Construcción.

En la delantera tenemos también multifuncionales como Olegario Vázquez Aldir de Grupo Empresarial Ángeles y Bernardo Gómez de Televisa.

 

Los enfrentamientos

Seguramente los empresarios de los grupos de comunicación buscarán sentarse un momento al menos con Charles Rivkin de la MPA y viceversa.

Los energéticos tendrán también temas con todos, con Arquitectura y Construcción para probables proyectos, con los inversionistas para colocación de acciones o visiones sobre el mercado.

La gente de Lockheed Martin seguramente buscará contactar al presidente López Obrador para ver la colocación de algunos equipos para apoyar la lucha contra la delincuencia.

Seguramente el Presidente Trump también buscará hablar con los empresarios para trabajar su imagen con las comunidades mexicanas en Estados Unidos y desatorar negociaciones que no se hayan logrado.

 

El cambio de camisetas

Esperemos que al final de la cena tengamos intercambio de camisetas y que esta cena construya puentes fuertes entre ambas naciones para lograr el desarrollo de nuestro país. Además, que los empresarios busquen que este encuentro sea el primero de muchos. Siguiendo con el tema del futbol, este tipo de cenas deberían de convertirse en un clásico.

 

Los que nos convocaron

Hubiera estado interesante que también se invitará a los presidentes de las diferentes cámaras y consejos empresariales, pero al parecer muchas de sus declaraciones no los harían los invitados más gratos en una cena de acuerdos.

 

El resultado final

La reunión no debería de ser de reclamos sino de acuerdos y estos acuerdos tendrían que traer beneficios a México. El grupo de empresarios de ambos lados es espectacular y se pudieran llegar a acuerdos de mucho beneficio para la economía de ambos países. Ojalá ese sea el ambiente del que nos enteremos después de la cena.

Y a usted, ¿le gustaron los convocados? ¿A quién más hubiera llevado? ¿A quién no hubiera llevado? Esperemos ver los resultados para saber si la combinación de empresarios que se invitó a esa cena trae buenos dividendos.