¿Emula ahora AMLO a Peña Nieto?

En febrero de 2018, a cinco meses de la elección presidencial, la Procuraduría General de la República anunció que Ricardo Anaya Cortés, a la sazón candidato presidencial de la alianza PAN-PRD, estaba siendo investigado por un presunto lavado de dinero en concierto con el empresario Manuel Barreiro, connotado empresario queretano. El anuncio se produjo en el contexto de una carrera presidencial marcada por la ventaja indiscutible de Andrés Manuel López Obrador y por el descenso inexorable de José Antonio Meade en las encuestas de opinión.

Anaya y los panistas replicaron en aquel momento que la compra de las naves industriales en Querétaro se había realizado en cumplimiento de la ley, y que no había existido ni remotamente una triangulación de fondos para el financiamiento de la campaña del abanderado panista. A su vez, la campaña de Anaya aseveró que las investigaciones en curso por parte de la otrora PGR derivaban de un intento de descarrilamiento de su campaña orquestrado por el presidente Enrique Peña Nieto, con el propósito de dañar a Ricardo Anaya y así catapultar a Meade como el único candidato capaz de captar el voto útil, a saber, el apoyo político coaligado contra el puntero López Obrador.

A la postre, AMLO arrasaría en la elección presidencial, y el expediente de Anaya sería echado a un lado.

Hace un par de días, la Fiscalía General de la República, a través de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, inició una investigación contra Samuel García y Adrián de la Garza, candidatos de Movimiento Ciudadano y del PRI a la gubernatura de Nuevo León, respectivamente. Bajo el argumento de la FGR, la investigación en contra de los candidatos deriva de un presunto uso ilegal de fondos para el financiamiento de sus campañas.

Como resultado de estos hechos, la prensa nacional ha respondido con serios cuestionamientos en torno a un uso ilegítimo de las instituciones del Estado por parte del Alejandro Gertz Manero, Fiscal General, y del presidente López Obrador; lo anterior con el propósito de propiciar el descenso de García, y así promover a Clara Luz Flores, candidata de Morena a la gubernatura del estado.

Como bien he señalado en otro momento, Samuel García (hoy puntero en las encuestas en Nuevo Léon) ha dado muestras fehacientes del profundo desconocimiento que tiene del país; con aquellas desafortunadas declaraciones que no deberían ser expresadas por un candidato a un cargo de elección popular en un país azotado por la pobreza como México.

Sin embargo, una utilización facciosa de la FGR y de la UIF de la Secretaría de Hacienda para lastimar candidaturas de la oposición representaría una traición del gobierno de López Obrador a la legitimidad democrática que le fue concedida en las urnas, y trasluciría las más rancias y abominables prácticas autoritarias del PRI.

¿Se repite ahora lo que el PRI buscó hacer con el candidato Anaya en la antesala de la elección de julio de 2018 ? ¿Emula ahora AMLO a Peña Nieto? ¿Nos encontramos frente a una nueva operación de Estado?