Un retroceso democrático para México

Al presidente López Obrador le incomoda nuestra Constitución, o en el mejor de los casos, le estorba cuando contraviene sus intereses políticos. Esta penosa situación nos coloca ante un peligro de retroceso democrático sin precedente.

Me refiero brevemente a la columna de José Woldenberg titulada “Contra el capricho” publicada en el diario El Universal el pasado lunes. El lector recordará que este personaje es un destacado político mexicano que fungió como Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral (ahora INE) de 1996 a 2003. En su texto, Woldenberg, experto en materia electoral, cuestiona severamente las pretensiones autoritarias del presidente López Obrador, y levanta el cuestionamiento sobre si México será una república democrática o una “república del capricho”.

Constitución de 1917

Por otro lado, en algún vídeo colgado por Ricardo Anaya desde Cuatrociénegas, Coahuila, el panista recuerda las acciones de Venustiano Carranza en contra de la dictadura de Victoriano Huerta, quien había violado flagrantemente el espíritu del texto vigente de 1857. Carranza, en este contexto, forma el llamado ejército constitucionalista, derrota a las facciones revolucionarias y encauza la formación de un nuevo Constituyente, mismo que sería responsable de redactar la Constitución de 1917; texto que nos rige al día de hoy.

AMLO, en esta tesitura, se define como la antitesis de Victoriano Huerta. Sin embargo, sus acciones recuerdan en buena medida las violaciones del espíritu constitucional por parte del general.

López Obrador manipula la interpretación de la Constitución y decide reformarla cuando la letra contraviene las ideas personalísimas de la autoproclamada cuarta transformación.

En este contexto – y únicamente me refiero a algunos- en el intento perverso de capturar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a la Judicatura, en la intromisión en asuntos electorales que competen exclusivamente al INE, en el atentado contra organismos constitucionales autónomos, entre otros, AMLO se muestra abiertamente contra nuestra Carta Magna; algo inimaginable en democracias liberales funcionales.

La democracia mexicana...¿podría ver sus últimos días?

En palabras de Woldenberg, México se encuentra en una disyuntiva entre una república democrática y la “república del capricho”, esta última bajo la égida de un solo individuo y de unos correligionarios quienes no cejan en su empeño de lanzarnos hacia una profunda incertidumbre en torno al futuro de nuestra democracia.

Algunos analistas se han aventurado en asegurar que si Morena ratifica su mayoría en la Cámara de Diputados la democracia mexicana en ciernes podría ver sus últimos días. Quizá sea exagerada esta aseveración. Sin embargo, el presidente AMLO y sus aliados podrían eventualmente confirmarlo.