En este escrito quiero sugerir una teoría y, para ello, plasmo algunos elementos que, en mi opinión, la sustentan y la hacen digna, si no de abrigarla, al menos sí de considerarla. Supongamos por un momento que Andrés Manuel “se esté entendiendo” con Carlos Salinas. Que tanto AMLO como CSG, de común acuerdo —en una suerte de aventura, más que de matrimonio—, trabajan para fortalecer a Ricardo Anaya y, con ello, desterrar al hoy segundo mejor contendiente electoral: Meade. Todo lo anterior a sabiendas de que Anaya nunca crecerá lo suficiente para derrotar a López Obrador.

En otras palabras, que se ocupan cada quién en su trinchera, pero de forma concertada, en agregar una nueva condición al comportamiento del péndulo caótico que apuntaba Federico Arreola en una de sus más recientes columnas, “Apellido de Sylvana, péndulo caótico y agüeros de @CartonCalderon sobre AMLO, Meade, Anaya, Margarita…”. Que ambos abonan al escenario de hacer de Anaya quien rete a AMLO, apoyándolo para incrementar el peso específico del voto del PAN anayista, y con ello relegar a Meade a un tercer lugar.

Antes de continuar, reitero que éste se trata de un ejercicio de análisis teórico libre y legítimo, no vaya ser que luego le anden atribuyendo a uno el origen de ciertas fake news...

 

Preámbulo

La trama parte de que AMLO no quiere enfrentarse a Meade en la recta final; es decir, a éste como segundo lugar en la contienda. Por su parte, CSG sabe que más que con cualquier otro Presidente, sus intereses peligrarían con el neo-liberalismo, con la tecnocracia, con JAMK. En este escenario, ahora, el mismo Andrés Manuel proclama a los cuatro vientos que concedería el perdón a Salinas.

La ventaja que hasta ahora ha consolidado Andrés Manuel López Obrador en la contienda por la Presidencia de la República contaría, sugiero, del trabajo soterrado que hace CSG en favor de Ricardo Anaya; una “mano negra” escondida que se dedica a eliminar las posibilidades del PRI en las elecciones de julio venidero.

 

Primer acto: Dinamitar a Meade

CSG intenta por todos los medios abortar la candidatura de José Antonio Meade a la Presidencia. La intervención de Salinas en estas elecciones es mencionada por periodistas de la talla de Julio Astillero o de Salvador García-Soto, entre otros. Salinas quiere influir en el ámbito del poder político en favor de ciertos intereses, mantenerse en los reflectores, y con Meade no hay posibilidades de que esto suceda. Salinas buscaría que Peña le quitara la candidatura a Meade; inicia incitando a Chong, a José Narro y a Claudia Ruiz Massieu, después corre la versión de que quitarían a Meade para poner a Nuño y, posteriormente, enseña que su pariente político Enrique Ochoa también podía ser el suspirante.

En su momento, Aurelio Nuño fue cercano al ex Presidente, siendo considerado como posible candidato. Como sabemos, terminó como coordinador de campaña, lo que, para Salinas, funcionaba como un plan para sustituir a Meade. Situación que no fructifica por la cercanía y amistad de Nuño con JAMK.

Cuando todo lo anterior resulta adverso, CSG trastoca su estrategia en un segundo acto.

 

Segundo acto: El entendimiento de AMLO con CSG

¿Cómo llegó la familia de la maestra Gordillo con AMLO?, cuando que él había criticado a Elba Esther como lo más nefasto de la mafia en el poder. Pues haciendo historia, quien le dio todo el poder a Elba Esther hace casi 30 años fue CSG, quien sigue siendo su amigo y apoyo decisivo. Nuestro innombrable pelón apoyó a Gordillo en todo momento. 

No olvidemos que Salinas también se siente traicionado por Videgaray y Nuño. Con los únicos priistas que la Maestra y su familia han seguido teniendo magníficas relaciones son Osorio Chong y Salinas. Por lo cual, se puede bosquejar el vínculo entre la familia de Elba Esther y AMLO. Si Chong apoya el vuelco del PES hacia Morena, también opera a que la familia de Elba, aliada de Salinas, se sentara con AMLO. ¿El rompimiento de René Fujiwara con Meade para sumarse formalmente a la campaña de López Obrador? Se trata de Salinas desempeñando un papel protagónico.

¿Qué tal que CSG se decanta por AMLO (y AMLO, de paso, “lo perdona”)? No es que para Salinas su carta sea Anaya, sino que apoya a Anaya solo en función y en la medida que le quite votos a Meade. Por su parte, a Andrés Manuel le interesa Anaya por las mismas razones. Claramente, el rol de Anaya es golpear a Meade. Bajo esta óptica, no es coincidencia que AMLO mencione que le otorgaría el perdón a Salinas, quien hasta hace poco fue su némesis. No olvidemos, como señala Federico Reyes Heroles en su más reciente contribución, “esgrimir y ofrecer el perdón es una forma de extorsión” (“De perdones y demonios”).

Esta nueva relación con la familia Gordillo y con Salinas no es peccata minuta; es un vínculo de poder y apoyo sin disimulo alguno. En plan de chunga, podríamos añadir que el mismo AMLO pasa de denostar al “innombrable” a ser autonombrado en sus spots como el “ya sabes quién”, sinónimo del otro término…

 

Tercer acto: Trabajar en favor de Anaya

CSG trabaja a favor de Anaya a sabiendas de AMLO, y AMLO entra al juego. En este tercer acto, las entrevistas —sin coincidencia alguna— son otorgadas por dos compinches. Por un lado, el mismo CSG a El País y por otro el “Jefe” Diego a Álvaro Delgado de Proceso. (Impensable, dada la mala relación del último con dicha publicación, lo que vuelve a mostrar el interés conjunto de los innombrables).

La mano siniestra asoma de manera cínica en acción en la entrevista a Diego Fernández de Cevallos. No olvidemos que Salinas y Diego han sido amigos en diversas etapas. Diego juega con la retórica; acepta que López Obrador podría ser Presidente y narra que en 2006 desactivó una “felonía” de Fox vs. AMLO. 

También señala que no dialoga con el Peje porque éste último no quiere… y a pregunta expresa, contesta que podría aliarse con AMLO “dependiendo para qué, no aceptándolo como el Presidente que se merece México, pero no permitiría injusticias contra Andrés Manuel”. Denuncia sin rompimiento. Respecto a Anaya, si bien critica su alianza con el PRD, aclama sus posibles tamaños para ser Presidente de nuestra patria. Total, Fernández de Cevallos alaba en Anaya lo que critica en Calderón y deja abierta la puerta a un diálogo con López Obrador. Lo anterior explica, a su vez, el que Javier Corral declarara que, si no ganase Ricardo Anaya la contienda, él estaría satisfecho con la victoria de Morena.

Mientras, en otra escena, Salinas en ningún momento menciona por nombre a los candidatos en su entrevista, pero desaparece por completo su golpeteo —hasta hace poco inmisericorde— hacia AMLO. De manera subrepticia apalanca a Anaya al coincidir con la idea de la “defensa de México en otras latitudes”.

¿Qué arreglos o torvos desaguisados estaríamos viviendo en esta confabulación para que dos enemigos acérrimos cesaran su eterno golpeteo? Es cierto, los enemigos de mis enemigos son mis amigos, y hoy en día, Meade es el enemigo tanto de AMLO como de Salinas.

Y, en ese sentido, “el péndulo caótico de la política puede llevarnos al verdadero caos” como país: una segura y holgada victoria de AMLO. No en balde, el significado de caos depende del cristal por donde se mire…

En esta historia, Salinas y AMLO, desde sus respectivos cristales, sonríen.

Segunda llamada, segunda. La función estará próxima a iniciar.