La comunidad godínez está en su máxima potencialidad, cada vez son más los que se unen a esta tribu urbana. A diferencia de los chakas, hipsters, chuntaros y toda la cosa nueva que existe hoy en día, los godínez son personas sin malicia, de buen corazón, dispuestos a mejorar al mundo con un sólo objetivo: trabajar y ser felices.
En una oficina SIEMPRE hay uno o más godínez, por lo regular hacen grupos, se juntan entre ellos, comparten sus gustos musicales y sus juegos virtuales predilectos PEEERO sólo cuando van a la tienda juntos o a comer, pues los buenos godínez tratan de no interrumpir su trabajo ni distraerse.
Para un godínez, salir temprano un viernes por la tarde es como salir de vacaciones por un instante, para algunos godínez el día jueves es su “viernes chiquito”.
El godínez sabe usar TODOS los aparatos oficinescos o se interesa por aprender a utilizarlos, llámese fax, fotocopiadora, cafetera, máquina de escribir, archiveros, conmutador, escáner, impresoras, etc.
Un godínez se muestra contento al acercarse algún día festivo o temporada del año, ahorita por ejemplo ya están emocionados preparando su disfraz para la fiesta de halloween, comprando decoraciones terroríficas para que la oficina se vea realmente conmemorativa y escalofriante, al igual cuando llega la navidad, son los primeros es organizar quién trae el arbolito, quién las esferas, organiza el intercambio, propone el precio del regalo, en fin.
No hay mayor satisfacción para un godínez que recibir una felicitación o palabra de aliento por parte de su jefe, por ejemplo: “muy bien haces perfecto tu trabajo” ¡Nooooo buenoooo! Los godínez tratan de disimular la sonrisa, segundos después sonríen de oreja a oreja, caminan rápido y por fin… derraman la lagrimita de felicidad obviamente encerrados en el baño para no hacer el oso con los compañeros. Después de un rato, sale el godínez y presume con estos.
Un godínez tiene desde un día antes su ropa planchadita y en su respectivo gancho, algunos otros se levantan desde muy tempranas horas de la madrugada a preparar su atuendo “godinezco”. Los godínez extremos preparan su vestimenta para toda la semana desde el domingo por la noche.
Un godínez de buen corazón lleva a sus compañeros el guisado que cocinó del día anterior para hacer un picnic “godinista” en la oficina.
Los godínez por lo regular tiene SU termo o tasa para el café personalizada, es decir que la llevan desde su casa o la compran en algún lado para presumirla en la oficina y no usar otra NUNCA más que la propia.
Los godínez eficiente se sabe los teléfonos de las pizzas, sushi, tortas, jugos, tienda, etc. más cercanos a la oficina (a veces hasta lo saben de memoria).
Los godínez la mayor parte de tiempo son serviciales con sus compañeros, pero hay de godínez a godínez, nunca falta el godínez que se queda a cargo de la oficina cuando se van los jefes y toman una actitud de Jefe Godínez Villano y andan de maricas lame botas chismorreando sobre el mal comportamiento de los compañeros.
La mejor noticia que le puedes dar a un godínez: que tendrá una junta laboral.
Un godínez NO chanclea el zapato.
Un godínez no dice “adiós, cámara, chido, bye” dice: “señores me paso a retirar”.
Algunos godínez suelen hablar con su computadora, la consideran una amiga más.
Es de godínez no contestan el teléfono por nada del mundo mientras están en junta.
Un godínez da su tarjeta de presentación en cualquier lugar, persona, animal o cosa.
Para tener los mejores tips sobre godínez puedes leer el libro “La soledad de un godínez”, seguir en Twitter a @orgullogodinez, ir a la “Expo Godínez” ok no.
Por favor no confundan, el ser godínez NO es sinónimo de ser un imbécil, aunque hay varios que logran la combinación perfecta, repito ¡los godínez no son imbéciles!
¡Arriba con ese sedentarismo godínez!