Ha sido rebasada la famosa "Lettre au Président de la République”, de Émile Zola, que hasta ayer era el artículo periodístico más trascendental de todos los tiempos.

Y es que aquella denuncia en defensa de Alfred Dreyfus publicada en L’Aurore, de plano luce timorata frente a la intrépida acusación lanzada el lunes 14 de julio de 2020, en el diario Reforma, por el escritor Francisco Martín Moreno.

Este intelectual, corriendo todos los riesgos, ha expresado con ejemplar claridad que Andrés Manuel López Obrador ¡se burló de sus críticos! —Donald Trump también, por cierto: vaya conspiración.

Textualmente, Martín Moreno dijo: “¡Se burlaron de nosotros, los críticos!”. Qué terrible.

¿En qué consistió la burla? En que AMLO y Trump no se pelearon y, peor aún, en el hecho de que el presidente de Estados Unidos no atacara con furia al presidente de México, que era lo pronosticado por numerosos críticos de ambos países.

Si así lo habían pronosticado tantos columnistas e intelectuales de aquí y de allá, lo ético era que López Obrador y Trump se esforzaran por hacer quedar bien a lo más refinado de la comentocracia.

Pero, un momento, los mencionados gobernantes no prometieron un show de lucha libre, sino exactamente lo que ocurrió: una reunión tranquila y en paz para celebrar el nuevo tratado comercial y reorientar la relación entre las dos naciones.

Eso dijeron los presidentes, pero los críticos sabían que mentían, que el encuentro no iba a ser para nada cordial.

Desde luego, según los críticos que nunca se equivocan, el golpeado sería el visitante, Andrés Manuel, quien se iba a arrepentir de haber ido a la cueva del lobo.

Pregunta: ¿Por qué AMLO no solo salió ileso de la Casa Blanca, sino fortalecido?

Respuesta: Simplemente, como ha dicho Francisco Martín Moreno en su J’accuse…!, porque los presidentes se pusieron de acuerdo en lo oscurito para que los articulistas hicieran el ridículo.

¡Carajo!, eso no se vale, Andrés Manuel...

“¡Se burlaron de nosotros, los críticos”, dijo el novelista en su temeraria denuncia que cambiará la historia del periodismo.

Estoy más que impresionado. Pido un aplauso para tan valiente intelectual