Balance de una conferencia de prensa

El fuerte debate, más que rueda de prensa, entre el presidente López Obrador y algunos reporteros en la mañanera de este jueves ha dejado algunos derrotados, dos ganadores y un gobernante fortalecido.

La payasada de UnoTV, Animal Político y otros

Han perdido los periodistas que se quejan porque el gobierno de México dio la información que tantas veces le pidieron; sí, la del nombre del responsable del operativo en Culiacán, Sinaloa.

Querían conocer la identidad de esa persona, es algo que demandaron en todos los tonos, en todas las conferencias de prensa y en todas las redes sociales. Pero cuando el presidente López Obrador decidió darles gusto, se indignaron. Según tales periodistas —de Uno TV, de Animal Político y de otros medios—, ahora peligra la vida del militar a quien supuestamente nadie conocía y, por esa razón, se niegan a publicar el nombre que ya todo el mundo conoce… ¡y que es del dominio público, por cierto, dado que ellos, los periodistas, lo exigieron! Verdadera payasada, de plano, para tratar de generar una corriente de opinión adversa a Andrés Manuel. Suponiendo que tuviera sentido el anonimato de ese integrante de las fuerzas armadas, el gesto de proteger su identidad ha llegado demasiado tarde. El señor Jairo Calixto Albarrán, de Milenio, lo ha sintetizado muy bien en Twitter:

Ganó La Jornada

Mucho fue lo que ganó La Jornada por atreverse a publicar una foto que evidentemente iba a molestar a López Obrador. El periódico que más lee, más respeta y más admira el presidente de México demostró que es independiente inclusive del proyecto de gobierno que tanto ayudó a construir. La señora Carmen Lira, directora del medio, y todos los periodistas que en el mismo colaboran, pueden estar satisfechos: hacen su trabajo con  la alegría —por lo tanto, con la libertad— de quien no tiene compromisos con nadie. ¿Que la foto publicada era falsa? Fue un error, y nada más. Uno entre miles o millones de aciertos del más importante rotativo de izquierda. La equivocación, así en el periodismo como en la ciencia, es fundamental en la búsqueda de la verdad. Lo importante, en este caso, es la forma en que La Jornada refutó a todos sus críticos, especialmente a los que actúan con mala fe y que le atribuyen, con calumnias, relaciones de complicidad con la 4T

Ganó Televisa

Esta televisora consolidó su prestigio. En el noticiero de Denise Marker publicaron la mencionada foto al siguiente día de que se difundiera en La Jornada. Es algo que Denise hizo con seriedad y profesionalismo. Para empezar, ella aclaró que la foto había sido dada a conocer por el destacado periódico de izquierda. Después preguntó al secretario Alfonso Durazo sobre la imagen, este desconoció su origen y si era verdadera o no, y fue todo. Un simple, pero en este caso ejemplar, trabajo periodístico. 

Perdió TV Azteca

Impertinente, por decir lo menos, se vio el reportero de la empresa de televisión propiedad de Ricardo Salinas Pliego. Pasa —y es bastante pasar— que el tipo sea tan necio, pero ¿preguntar quién del gobierno negocia con el cártel de Sinaloa? Esta es una acusación muy grave que él jamás podrá probar, simple y sencillamente porque se basa en una mentira; acusación que no descalifica a la 4T, sino al periodista que se atrevió a semejante inmoralidad.

Perdió la guerra contra la obesidad 

El más escandaloso y agresivo al cuestionar al presidente de México fue un gordo reportero que no conozco. Más allá de que este hombre se vio imprudente, lo verdaderamente lamentable es que haya recibido atención excesiva alguien tan pasado de peso. Los gordinflones, como él y como yo, no debemos exhibirnos en público. No en la nación que tiene el campeonato mundial en obesidad infantil y que pelea el liderato en obesidad en general. Este es un terrible problema de salud pública que urge combatir. Antes de que me acusen de discriminar al periodista que evidentemente ni cuida su alimentación ni hace ejercicios aeróbicos en la dosis requerida, acepto cualquier cargo. Pero, cuando se me condene, ojalá se empiece por multarme por discriminación a mí mismo. Detesto mi falta de disciplin. Si ese señor prueba que está así porque consume grandes cantidades de cortisona o por alguna enfermedad, me disculparé. Pero si solo es un tragón y flojo sin remedio —sí, como yo lo soy—, aceptaré el castigo que se me imponga por decir la verdad.

Andrés Manuel y su paciencia de santo

Los reporteros querían información, el presidente de México y su gabinete de seguridad la han dado en abundancia. Los periodistas exigían debatir con el gobernante de nuestra nación, lo han hecho desde que empezó el sexenio y este jueves inclusive se pasaron de lanzas. Algunos dieron la impresión de que estaban ahí, más que para hacer preguntas periodísticas, para sembrar imputaciones falsas que se usaran después —como se usaron— en una campaña de redes sociales contra AMLO. El linchamiento ha sido brutal. Es el precio que Andrés Manuel ha pagado por haber tenido paciencia de santo frente al griterío de tantos periodistas buenos y malos. Ya dirán las encuestas —SDP Noticias publicará una el próximo lunes— si la gente cree más en su gobernante o en los reporteros. Es justo preguntar, y se preguntará.