Y digo esperado, porque creo que estás “vacaciones” que se ha tomado Andres Manuel López Obrador , eran esperadas por muchos pero muy seguramente también esperadas por él. Desde el principio supe que estar brindando conferencias matutinas diariamente, sería un ejercicio que podría desgastar al Presidente, pero también a nosotros.

Es una fórmula que le funcionó cuando era jefe de gobierno de la Ciudad de México, pero aquellos eran otros tiempos. Era más joven y Mexico estaba poquito menos golpeado. No había tanta difusión de sus conferencias matutinas pues las redes sociales casi eran inexistentes en aquella época. Pero hoy aunque no quieras, aunque no lo busques, te encuentras con su conferencia o bien, durante el día sabes de que habló. Y su discurso ni atrapa ni convence. Lo noto confundido y disperso. Pudiera ser que su intención sea buena al querer tener enterado a todo el país de lo que él hace, pero por el momento no hace mucho más que desmentir y entrar en rivalidad contra quienes lo señalan y juzgan. 

Creo que estos días de descanso para él y para todos tendrían que servir de profundo análisis para saber qué tanto le seguirían aportando positivamente a su mandato, a él como persona, y a todos los mexicanos estas conferencias matutinas. Entiendo que echarse para atrás y decir que siempre no las dará le acarrearía también críticas (últimamente , seamos honestos se le critica por todo) pero creo todos lo agradeceríamos porque también preocupa su estado físico.

Requerimos a un Presidente fuerte para llevar a una nación tan grande como Mexico y finalmente llegarán a colapsar las mañaneras, porque los cuestionamientos de la prensa ya no funcionan, porque los discursos ya no funcionan, porque más valdría dar cifras y datos exactos y precisos que diariamente estar sacando de la manga algún avance que no se ve y no se palpa aún. Lleva pocos meses en la Presidencia que a mí se le han hecho una eternidad y es yo creo por todo este desgaste de su imagen con la que durante años nos ha bombardeado, habría que detenerse a pensar cuanto más aguanta el barco manejándose de esa forma y si llegaría a buen destino 

Señor López Obrador, Señor Presidente, usted está cansado quizá. Yo también .