Hace algunos años escuché a un amigo priista hacer una aseveración que en ese entonces me pareció cursi y risible; aseguraba que el entonces gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, había traído una nueva forma de hacer política al país; hoy estoy convencido, no obstante que en aquella ocasión me burlé de semejante expresión, que mi compañero tenía razón.

Cabe resaltar que no me refiero a la estrategia electoral de las firmas y los compromisos. Por supuesto que no. Estoy hablando de hacer política de la mano del periodismo del corazón, de la televisión burda y vulgar, de los potentados, de los líderes de opinión que fungen como alcahuetes del statu quo y del pedestre chismorreo rosa. Pero muy en especial del primero y el último.

Frívola y vacua, la nueva forma de hacer política que instauró el “nuevo PRI” encabezado por EPN, se antoja antitética a la inteligencia y a la genuina teoría del Estado. No obstante, a las mayorías les pareció mucho más atractiva que el discurso populista y revolucionario. Es por ello que no sorprende que la gente quizá lejos de ver la ignominia que representa el tricolor, vio sólo rosa en la campaña del oriundo de Atlacomulco.

Joven y apuesto, eternamente bien peinado e impecable, el priista en cuestión desde sus inicios se hizo acompañar de gente bonita; como mandatario de Edomex llevó a cabo spots publicitarios junto con celebridades de Televisa, como Lucero y Angélica Rivera, La Gaviota, con quien contrajo matrimonio, culminó su gestión en el gobierno mexiquense, realizó su campaña presidencial y muy seguramente entrará a Los Pinos como Presidente de la República.

Los resultados de la ‘Política Rosa’ están a la vista: popularidad y fama, que es lo que el pueblo llano admira y desea; nada de intelecto; nada de cultura; nada de preparación académica. La gente prefiere a un “artista” de telenovela que a un estratega político. Y Televisa y el PRI leyeron esto muy bien. Se nota.

Ahora se viene el siguiente proyecto: el gobernador electo de Chiapas, Manuel Velasco Coello; pareciera ser que ya lo están moldeando, preparando para sacarlo al mercado. Quizá aún sea demasiado pronto para augurarle un futuro presidenciable, pero creo que sí es oportuno encontrar las semejanzas entre este joven y carismático político con el Peña Nieto de hace 6 años. Aunque aquél mucho más preparado y con una trayectoria infinitamente más admirable que la de el segundo, ambos comenzaron de formas similares sus ascensos a la candidatura presidencial.

‘El güero’ Velasco comenzará su mandato con una novia querida por la gente, sobre todo entre los jóvenes; con una otrora gigante de la música pop mexicana; con una mujer considerada de las más hermosas de la farándula; con una ex integrante del grupo RBD; con Anahí. Y la pareja amaga con anunciar pronto matrimonio.

Sin embargo todo lo anteriormente expuesto, no creo que al chiapaneco le salga la jugada. Por carecer de originalidad y porque tendrá a contendientes muy fuertes dentro del PRI que aspirarán a ser candidatos presidenciales también; entre ellos muchos muy cercanos a quien probablemente pronto será declarado presidente electo; la mayoría más y mejor preparados que él. Pero consideré pertinente señalar la coincidencia.

A crear conciencia.