Pronto conoceremos la última palabra en el proceso comicial presidencial de 2012. La expresará el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en la primera semana de septiembre, es decir, en menos de 20 días. Los magistrados dirán si aceptan los argumentos presentados en el juicio de inconformidad por el equipo de Andrés Manuel López Obrador y, por lo tanto, si deciden invalidar la elección del pasado mes de julio.
Si se invalida el proceso a punto de concluir, habrá presidente interino y, pronto, nuevas elecciones. Todos tendremos que aceptarlo, hasta el afectado principal, Enrique Peña Nieto.
Pero si la elección no se invalida, habrá que aceptar a Peña Nieto como presidente de México. Hasta Andrés Manuel, que ha dicho ya muchas veces que no se apartará del camino de la ley, tendrá que reconocer al priista como gobernante de México.
Y todos a seguir trabajando. Ya fue demasiada, improductiva politiquería.