"Patria"

El presidente Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer en la Conferencia Mañanera de este martes 13 de abril los avances del proyecto que busca desarrollar una vacuna contra Covid-19 en México que podría recibir el nombre de “Patria" y eventualmente poder rescatar a la empresa productiva del Estado, Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, S.A. de C.V. (Birmex) y con ello la soberanía en la producción de vacunas.

La directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), Elena Álvarez-Buylla Roces, informó en la rueda de prensa que la vacuna mexicana seria producida por el laboratorio mexicano Avimex y que el biológico que está en proceso de investigación cuenta para su desarrollo por algunos de los científicos más reconocidos no solamente de México, sino a nivel mundial en este campo y de reconocidas instituciones educativas y de salud, así como de organismos científicos.

La funcionaria señaló que el desarrollo de la vacuna se basa en una plataforma que utiliza un vector viral de la enfermedad, que no es dañina en humanos y que viene siendo utilizada en los laboratorios Avimex por 15 años, principalmente en el desarrollo de biológicos aplicados en uso veterinario, pero ahora comprometido a involucrarse en el desarrollo de vacunas humanas, de hecho, señaló que ya están en una planta piloto notificada por la Comisión Federal para la Protección contra riesgo Sanitarios (Cofepris), los primeros lotes de este desarrollo vacunal.

Se tiene contemplado que en abril y mayo se tengan los estudios de la fase uno; en junio y julio la dos, y en agosto y octubre la tres, y finalmente en noviembre y diciembre la aprobación de su uso en casos de emergencia.

Álvarez- Buylla afirmó que “de tener éxito, este desarrollo del biológico “Patria” nos va a permitir ahorros con respecto a la adquisición de estas vacunas en el extranjero; por el momento se ha invertido, por parte de AMEXID-SRE 15 millones de pesos y 135 millones de pesos por parte del Conacyt que dan un total de 150 millones de pesos”.

Arturo Reyes Sandoval, especialista en Biomedicina Molecular del Instituto Politécnico Nacional, señaló que este biológico cumple con dos objetivos que deben tener las vacunas, ser accesible por su precio a la población y altamente segura contra la enfermedad.

El fármaco que se está desarrollando será de fácil aplicación, por la vía nasal estimula la inmunidad de las mucosas y también puede inocularse por la vía muscular, además, por la naturaleza de su plataforma, es posible generar vacunas contra distintas variantes de SARS-CoV-2 y otros virus.

Esperemos que el desarrollo de la vacuna 100% mexicana contra el Coronavirus no corra la misma suerte que el proyecto que inició el gobierno de Felipe Calderón para que se fabricara en el país un biológico contra la influenza en las instalaciones de Birmex, que resulto un completo fracaso por negligencia, corrupción e incapacidad de la administración calderonista.

La historia de Birmex es hablar de engaños y corrupción en el terreno de la salud en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, en que la Secretaria de Salud (SS) invirtió y perdió casi mil millones de pesos en la fallida construcción de un laboratorio donde se fabricaría la vacuna contra influenza, pero por negligencia y corrupción no se concluyó el proyecto.

El plan estuvo a cargo de Laboratorios Biológicos y Reactivos de México e inició en 2008 con el diseño de la obra y tres años después, los trabajos de construcción. Sin embargo, se tuvieron problemas e inconvenientes y para 2015 la obra no estaba terminada.

El gobierno del expresidente Calderón a través de Birmex llegó a un acuerdo con el laboratorio francés Sanofi Pasteur para invertir en una planta “con la finalidad de que sea apta para producir vacunas” contra la influenza y se invirtieron más de 957. 3 millones de pesos, pero el proyecto no se realizó y por eso las vacunas para generar inmunidad contra la influenza A (H1N1) se tienen que importar.

El fallido acuerdo comercial planteó que el laboratorio de capital francés construiría una fábrica de antígenos (sustancia activa) de la vacuna de influenza; a su vez, Birmex edificaría y equiparía el lugar donde se concluiría la producción del biológico.

La empresa estatal encargada del proyecto adquirió una planta en Ocoyoacac, Estado de México por 237.2 millones de pesos e invirtió 720.1 millones más en remodelarla y equiparla, gastando del erario federal en total 957.3 millones de pesos.

Cuando se suponía que era el momento para iniciar la producción de vacunas en el país se firmó un contrato de Asociación Público Privada en el que el desarrollador se comprometió a terminar la planta, con una inversión de 824.3 millones de pesos.

Ante las dificultades financieras para continuar, la SS canceló en septiembre del 2015 la obra que estaba a cargo de Laboratorios Biológicos y Reactivos de México ocasionando una gran pérdida para el erario federal.

La Auditoria Superior de la Federación (ASF) identificó en 2017 que la planta de Ocoyoacac no tenía la capacidad óptima para soportar las cargas de las instalaciones del proyecto APP, por lo que se acordó demolerla y construir una nueva planta, con un costo de 3 mil 41 millones de pesos a cargo del desarrollador del proyecto.

Con el nuevo contrato, el laboratorio de origen francés se comprometió a construir la planta la cual es una obra de 10 mil metros cuadrados, que está ubicada en Cuautitlán Izcalli, estado de México, actualmente el proyecto tiene un avance de 100 por ciento en la construcción del inmueble y una vez que se instale el equipo y la tecnología, la planta empezará a funcionar a principios del 2024.

La historia de corrupción en Birmex no solo se dio con el fallido proyecto para instalar una planta para producir vacunas para la influenza. La ASF realizó diversas observaciones a la empresa estatal, por daño o perjuicio a la Federación por 17 millones 423 pesos en la cuenta pública de 2014, debido a que, en 45 facturas por servicios de distribución de vacunas, el precio de venta por dosis osciló entre 2.1 y 5.3 pesos, cuando el costo de producción era mayor, con lo que se daba un subsidio a compañías privadas.

La apuesta del Gobierno de la Cuarta Transformación (4T) para desarrollar un biológico 100 por ciento mexicano para alcanzar la inmunidad contra el Covid-19 y recuperar la soberanía de vacunas para otras enfermedades, es un reto muy alto y esperemos que se consiga.

Hay que recordar que Birmex es la empresa de propiedad mayoritariamente estatal que desarrolla, produce, importa y comercializa vacunas, en la actualidad solo fabrica el 10 por ciento de los biológicos que se aplican en México, el resto proviene del sector privado y apenas se encarga de los fármacos preventivos del tétanos, la difteria y la poliomielitis.

Hace tres décadas México contaba con un sistema de inmunología robusto que no solo abastecía a los mexicanos de todos inmunizadores recomendados por la Unicef, sino que exportaba a 15 naciones, pero los gobiernos neoliberales se encargaron de destruir toda esa infraestructura.

El Gobierno de la 4T ha conseguido con éxito que las vacunas contra el Covid-19 de AstraZeneca y la de origen chino Casino, se envasen en México, con lo que tiene una provisión de los biológicos más rápida y efectiva.