La aventura por la renovación del Comité Ejecutivo de Morena, sorpresivamente ha sido calificada como un proceso donde han regresado las prácticas más antisociales de un grupo que pretende imponer una ruta que al parecer están operando en distintos Estados. Hoy por hoy, el partido que llevó al presidente de la República a Palacio Nacional, tiene un enorme reto, pero de igual forma, de acuerdo con la información que han arrojado algunas asambleas de distritos: existe un desaseo que está siendo orquestado por un sector de personas que presumiblemente quieren manchar la sucesión, mediante el sometimiento que produce una escisión que ya ha visualizado incluso Andrés Manuel López Obrador.

Sí no han dimensionado el problema que llegaría ocurrir si esto continúa con esa dirección, la salida evidentemente sembrara un desajuste que puede traer efectos que estanquen internamente a Morena. Insistimos que a pesar de que el partido se encuentra en el poder, el resultado sorprendería en procesos venideros, por la gestación de cuadros o tribus. Esta situación se debe resolver con una propuesta a través de una argumentación planteada por el diálogo y debate que llegue a buen puerto. Ahora bien, es cierto que las reglas se tienen que llevar y conducir por la vía de la legalidad institucional, empero, ahorita el CEN está teniendo un desgaste porque en los criterios, claramente existen inconsistencias en los padrones y congresos.

Algunos actores no están velando la doctrina y liderazgo de López Obrador, que a pesar de que ha tomado una sana distancia, se debe privilegiar un desarrollo de principios que estrictamente está implícita en el esquema de la Cuarta Transformación; hay que subrayar que el exponencial crecimiento de Morena, se inclinó potencialmente mediante la figura del ahora presidente. Entonces, si las condiciones políticas no han sido las más adecuadas a una transición del CEN, una forma bastante efectiva sería estructurar una encuesta que tome en cuenta a toda la militancia que directamente pueda acreditar su militancia y afiliación. Eso, podrá al menos dar un equilibrio al escepticismo.

La Consulta naturalmente traerá consigo un posible encono, pero de igual manera, podrá transparentar por intermedio de mecanismos suficientemente confiables, a fin de no seguir polarizando esta dinámica. Andrés Manuel propuso este instrumento, precisamente para no postergar y dislocar la esencia de un partido que prácticamente nació bajo la consigna que administraba anteriormente el sistema a través del dedazo, la demagogia y, el nepotismo que coartaban el fortalecimiento de una democracia.

La desventaja que puede atajar Morena, es precisamente que el mismo Andrés Manuel tome más distancia y, la posibilidad de una ruptura (que es lo que cosecha la derecha) que pueda comenzar actuar como un posible clima naturalmente catastrófico; el desarrollo no ha sido fácil, sin embargo, la dirigencia Nacional debe privilegiar la enorme afluencia de militantes que adoptaron la adhesión del Movimiento Regeneración. Recordemos la forma significativa con la que acrecentó el grado de popularidad del movimiento que manufacturo AMLO; sino sientan las bases de una buena organización, la preocupación recaería en la manera de resolver el proceso. (Recuerden la desgracia del PRD)

Las expectativas que tienen Morena en 2021, son potencialmente favorables para llevarse la mayoría de los Estados en disputa; hay una inclinación sumamente cargada, entonces, si la presión aumenta, deben concientizar ponderar un mecanismo que pueda superar la pequeña crisis que modifique esta etapa que ha tambaleado a la dirigencia.

La encuesta puede motivar primero a terminar con este clima que ha dado señales autoritarias; y en segunda, priorizar la unidad de un partido, adoptando una organización razonable y civilizada, a través de acuerdos, consensos y diálogo.

Polarizar el ejercicio, está recayendo hasta Palacio Nacional, donde el presidente ha expresado una y otra vez que es fundamental preservar la democracia institucional, asimismo, erradicar esa atmósfera llena de vicios y defectos de manipulación.

El proceso más correcto a fin de establecer criterios, es lograr una participación y consulta para tomar decisiones frente al clima que quizá ha ensombrecido un poco al partido sería evidentemente la encuesta, una lógica ante las adversidades que han sembrado de forma inflexible.

Notas finales: “Por cierto” una columna de Salvador García Soto en el periódico El Universal, sustenta una posible ruptura de Andrés Manuel con Morena, debido al desaseo y desorden del proceso; quizá me parece una idea sumamente exagerada. Si bien Obrador ha matizado su rechazo a las viejas prácticas que fueron el legado del conservadurismo, me resulta inconveniente porque la sucesión aledaña del 2021, está prácticamente en la antesala (Ya hay destapes, y destapados). Más bien, es un mensaje contundente del presidente a que se preserve la capacidad de mantener la esencia de la lucha y, maximizar el desafío de seguir sirviendo a la sociedad a través de la plataforma gubernamental. Es innegable que Morena vive un éxodo dominante, pero algunos se empecinan en aprovecharse para consolidar unilateralmente sus objetivos e intereses. (Mezquinos)