Como  “democracia” entendemos un sistema de gobierno que  posee como característica principal   la participación de la sociedad, de los habitantes,  de una nación, que es tomada en cuenta para la organización del poder público. Los ciudadanos ejercen sus derechos y gozan de los mismos con libertad y el respeto a los demás. La democracia se fundamenta en la consideración de opinión de los gobernados para resolver problemas que afectan a todos.

Al respecto conviene retroalimentarnos  pensando en el porvenir y nuestra preocupación por un camino formado en el transcurso del tiempo, acerca de esta reflexión   Norberto Bobbio en su obra “El Futuro de la democracia”, explica la manera de entenderse;   caracterizada como un conjunto de reglas (primarias o fundamentales), que establecen quién está autorizado para tomar las decisiones colectivas y bajo qué procedimientos”[1].Menciona también el Maestro Bobbio en su ensayo “Decisioni individuali e collettive. “ Todo grupo social tiene necesidad de tomar decisiones con el objeto de mirar por el progreso y la sobrevivencia al interior o al exterior”[2].  

La democracia, que ha estado presente a lo largo de la historia, nos permite apreciar  la esfera de acción pública,  concentrarnos, como ejercicio,  en algunas de sus bases fundamentales:   gobierno basado en el sufragio universal, libertad para aspirar a  algún cargo de elección popular, expresar tus ideas , respeto a las minorías, entre otras.

 También nos ubica en circunstancias históricas, sociales, económicas , aquí  vamos a relatar de Norberto Bobbio; una disertación  que sostuvo sobre el porvenir de la democracia,   citando a Hegel,  en una de sus  lecciones de filosofía de la historia, en el aula de  la Universidad de Berlín, ante la pregunta de un estudiante;  ¿Si los Estados Unidos de América debiera ser considerado como el país del mañana?, respondió( … la filosofía se ocupa de lo que es eterno, o sea, de la razón, y con esto ya tenemos bastante)[3].

Dicho así, es  utilizando  la  “razón”,  como podemos reconocer  la  dificultad de conocer el mañana, no de la democracia, sino de lo que  depende de  cada uno de nosotros y que  proyecte en el  futuro sobre  sus  propias aspiraciones e inquietudes. “…Con esto tenemos bastante”.