El ingeniero Raúl Salinas de Gortari me hizo llegar su libro titulado Empoderamiento ciudadano a través de la tecnología. Hoy que está de moda que los políticos publiquen libros, debo decir que no esperaba mucho de esta entrega editorial, menos aún de un personaje público que se ha visto envuelto en la polémica, a pesar de que judicialmente fue absuelto. Lo leí en un viaje en avión animado por el título y su significado en estos tiempos de apatía colectiva. Debo decir que conforme lo fui leyendo me gustó la propuesta y las reflexiones.

  Sé que, por desgracia, el perfil del mensajero hace que nadie se entere del mensaje en este medio donde, de entrada, hay resistencias psicológicas creadas al transcurso del tiempo para leer al autor por razones ajenas a su obra. No es mi caso. Y, por eso, porque me pareció una iniciativa inédita, con dosis de originalidad, decido escribir estas líneas. En su obra, Salinas destaca lo siguiente:

Primero. De entrada, es agradecible que no use la obra para defenderse, sino para proponer una gran reforma para romper el círculo vicioso que vive el país. Identifica los problemas que impiden el cambio democrático: a) deterioro de los niveles educativos de la comunidad (la desaparición de la materia de civismo como uno de los elementos de este proceso de descomposición); b) destrucción de varios valores de la vida comunitaria; c) la ausencia de una cultura mínima de la legalidad y, por ende, falta de un Estado de derecho. Hay “una crisis de legalidad” apunta textualmente el autor.

Segundo. Reseña cómo cada día que pasa (incluyendo el gobierno de Enrique Peña Nieto) el desconocimiento de la sociedad de cómo funciona el gobierno y el Estado en su conjunto hace que no sepamos “cómo nos afectan los actos de gobierno”. Y pone el dedo en la llaga: “en materia hacendaria y fiscal el país se encuentra a obscuras...Al no tener información ni compromiso no se tiene poder”.

Tercero. La cultura de la ilegalidad, el comercio informal y la falta de crecimiento existen porque no hay incentivos para entrar a la cultura de la legalidad. El autor mantiene una distancia crítica del gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Así, por ejemplo, señala que si bien se abrió el modelo proteccionista en el periodo de Salinas “que habría de beneficiar al consumidor (lo hizo) con altos costos para los grupos productores de clase media”.

Cuarto. La propuesta del autor es “poner remedio al problema de la pobreza y a la creciente desigualdad”. Para lograr este propósito sugiere eliminar los subsidios generalizados y las transferencias a través de los programas sociales toda vez que por su propia naturaleza benefician por igual a pobres a las clases medias y a las clases altas. Pone el caso de Chiapas donde al citar un estudio indica que “la corrupción y el clientelismo han ocasionado que no se logren los mejores resultados para reducir la pobreza en Chiapas”, a pesar de que en este estado “se aplican 253 programas sociales de todos los niveles de gobierno”.  En varias gráficas el autor demuestra cómo los programas sociales benefician a los sectores con mayores recursos de la sociedad. En la página 77 de la obra revela cómo en los últimos años todo mundo (la partidocracia) ha recibido recursos económicos. “Una redistribución que poco o nada ha tenido con el desarrollo económico y con los beneficios que debieran llegar a la mayoría de los mexicanos”.

Quinto. Con el apoyo de las TICS se puede ahora “resolver la ineficiencia y/o la precariedad de los programas públicos asistencialistas. El capítulo 5 no tiene desperdicio y es lectura obligada porque la propuesta es plausible.

Raúl Salinas de Gortari. Empoderamiento ciudadano a través de la tecnología. 2ª ed. México. 2017. Creática editorial. 135 pp.

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