Llevo varios artículos explicando por qué D. Trump ganaría la candidatura, he explicado por qué todos se han equivocado y porqué se siguen equivocando, es muy complicado hablarle a un pueblo que ignora la historia, la  cultura e idiosincrasia de su vecino del norte. Tengo tres artículos exponiendo exactamente  los puntos dónde  los intelectuales,  los analistas y periodistas se equivocan y se siguen equivocando pero en un país donde no existe ni se hace caso de la derecha norteamericana, es imposible emitir una opinión que sea medianamente escuchada. Ana Paula Ordorica, dizque internacionalista, una odiadora (no encuentro otra palabra) del partido Republicano, dice en su artículo reciente que la visita de D. Trump fue una mala estrategia y con un pésimo resultado. Y bueno, no se diga la retahíla de improperios por parte de toda la comunidad periodística y ciudadana que aún no terminan de atizar.

D. Trump representa todo lo que el verdadero ciudadano norteamericano es y quiere, y es precisamente este deseo ciudadano el que llevará a la silla presidencial a D.Trump. Perfecto, ya sabemos que no saben nada de los deseos del ciudadano estadounidense  y que además no lo quieren saber, por lo tanto, este pequeño detallito impidió que México creciera junto a los EEUU. México optó por un camino paralelo, por su antiyankismo, por su aversión al norteamericano y su cultura, prefirió la filosofía bolchevique y la basura de los Castro y todo lo que fuera anti-estadounidense y anti-imperio, y hoy, esto se hace patente de tal manera y a tal grado que en esta ecuación salimos perdiendo frente a D. Trump porque no existen los elementos de conexión, esto es, México creó desde su inconsciencia y falta de visión a futuro el vacío o el espacio para que cupiese el insulto, la falta de respeto, el desprecio y un sinfín de situaciones adversas siendo su primer socio comercial, o sea, a México históricamente le importó un carajo cuidar a su principal fuente de empleos.

Como todo lo que no se planea y no se avizora a futuro tiene consecuencias por falta de cálculo y oficio juicioso, lo mejor que pudo hacer presidencia fue haber invitado a D. Trump, sí, haya sido el presidente, Videgaray, Osorio Chong o todos juntos, que bueno que tuvieron el gran acierto en invitar al candidato presidencial D. Trump, fue una excelente jugada sacada de la manga en el tiempo perfecto (antes de que gane), fue un rayo de lucidez, un acierto súbito; primero porque le abonó a la campaña de Trump, y luego, porque se le dio la oportunidad de entender que la diplomacia y la política pueden dirimir cualquier problema y que no es necesaria la diatriba pública de ambos lados de la frontera. Y aunque ahorita el señor no lo entienda –porque no es político- , sé, porque lo sé, que D. Trump reculará y no será tan feroz al renegociar el TLC pues recordará que se le trató con respeto, aprecio diplomático y altura de miras a su envestidura como candidato. Y porque siendo presidente cambiará.  D. Trump comprenderá que el Presidente Enrique Peña Nieto pudo sacar siete reformas estructurales en un país reacio al cambio, se le debe enterar, una vez que sea presidente de los EEUU, la importancia de estas siete reformas, del esfuerzo que se está haciendo para reformar el sistema educativo, se le debe enterar que se lucha para desmantelar las prácticas corruptas creadas por el antiguo PRI para la permanencia en el poder desde corporativos que ofrecían cotos de poder, se le debe enterar que queda mucho por hacer pero que se está haciendo, el señor no es ningún tonto pues USA está ya igual que México, encarcelado en cotos de poder creados por Los Clinton,  se le debe enterar que México lucha igual que él con sus propuestas para salir adelante con reformas impopulares pero muy necesarias y que muchos no comprenden porque ni las han leído (ni las leerán). Quizá EPN no es hábil para los trabalenguas ni haya leído mucho en su vida pero es un gran político, tiene un don nato para la política, y los que saben de política, saben lo que digo. Aquí la respuesta del presidente sobre la invitación al señor D. Trump.

El muro es una realidad, y es más benéfico para ambos países que perjudicial, obviamente que por la falta de consideración a USA hoy México paga las consecuencias porque la criminalidad de los cárteles de la droga y sus narcos es problema de México y no de USA, y no, discúlpenme, no es un problema de oferta y demanda en consumo de drogas, D. Trump se los demostrará con los pelos de la burra en la mano. México dio el permiso para crecer a los carteles de la droga desde el poder y desde la cultura de la ausencia de Ley y la falta de moral para esta actividad criminal, y hoy México lo tendrá que enfrentar de manera unilateral una vez construido el muro. No se puede aventar rollos explicando lo que nadie quiere ver, es tiempo de aceptar que se ha trabajado mal y que si no se deja de ser un país corrupto sólo se conseguirán más insultos y más ofensas.  A México se le llegó la hora de crecer y madurar, de resolver sus problemas  y de hacerse cargo de su gente pobre y criminal. Ahora sí, la fiesta se acabó.

Tere Quezada es maestra de inglés como segunda lengua con una sub especialidad en Fonética y un minor en Historia Asiática Comparada e Historia Constitucional de los Estados Unidos de Norteamérica por la Universidad del Estado de California.