1.- Pene de buey
Comúnmente lo sirven cortado en tiras, las personas que lo han probado aseguran que es exquisito y contiene una importante cantidad de vitaminas, tiene una textura gomosa y origen turbio, es un platillo caro, algunos hombres que lo consumen piensan que cuando comen este platillo mejoran en su rendimiento sexual.
2.- Rata
Puede ser rata a la orange, rata encebollada, rata a las brasas, etc. Este roedor es consumido comúnmente en la zona Asiática, son ratas de campo, no crean que de cañerías y así, pero es de lo más normal consumirlas y saborearlas. Dicen los expertos: “huele a pollo, sabe a pollo, es de rata”. El kilo de rata cuesta aproximadamente un dólar.
3.- Cucarachas carameleadas
En el Oriente venden bolsitas de cucarachas con caramelo, es un tipo de postre o botanita, las hacen bañadas en chocolate, confitadas, etc. Los consumidores aseguran que son deliciosas y dicen que las cucarachas son pura proteína. En algunos países también las venden enlatadas.
4.- Hormigas culonas
También llamadas “hormigas tambochas” saben a miel. En Colombia, las hormigas culonas son todo un “boom”, es algo típico y algunos de allá las utilizan como alimento afrodisiaco. Tienen muchas proteínas, los consumidores aseguran que es un “inmemorable, delicioso y nutritivo regalo al paladar”. También en algunos pueblos de Guerrero, México consumen esta sabrosura.
5.- Murciélago
Normalmente en Tailandia, Indonesia o Vietnam podrás degustar este rico platillo, el murciélago es una rata con alas y los que consumen este platillo dicen que tiene un olor a chamusqueado, es por eso que lo condimentan con mucho ajo y chile para disimular este sabor, es un platillo caro y “pipirisnais”.
6.- Tacos de suaperro
Algunos taqueros utilizan como materia prima a los perros, quizás suene como una leyenda urbana, pero muchas personas aseguran que en la Lagunilla existía un señor que tenía un “criadero corral de engorda perros” los utilizaba para vender tacos de “suadero” desde ese entonces los taqueros son acusados de vender “tacos de perro”. Aunque los expertos opinen que los perros ni siquiera tienen la suficiente carne como para utilizarlos para este tipo de platillo. El problema aquí es que la carne de perro no esta regulada bajo ninguna ley de salubridad.
7.- Caldo de ojos
Pueden ser ojos de pescado, de rana, de mono o de cualquier animal que se le antoje comer. Así como cuando nuestras madres nos preparan el típico caldito de pollo, pues así más o menos, se trata de hervir los ojos de su animal preferido, el más popular y exótico que me han contado es el “caldo de ojos y dedos de mono” idea también de los chinos para variar.
8.- Sesos de Mono
Este platillo se sirve fresco, y al decir “fresco” no me refiero a frio, se sirve directamente del cerebro del mono a tu plato, los sesos están calientes y palpitantes servidos en su propio jugo, al momento que pides este platillo te llevan el mono aun con vida a la mesa. La mesa tiene que tener un tipo de circulo u hoyo en medio, esto por que a la hora de abrir el cráneo lo hacen ante tus propios ojos. Es una práctica muy cruel, ya que el mono debe estar borracho, según para que sepa más rico.
9.- La moronga
Su nombre original es la morcilla, es un embutido a base de sangre (en su mayoría de cerdo) coagulada, de color oscuro. Aquí en México se la comen en tacos, lo fríen en sartén y lo acompañan con cebolla y arroz.
10.- Café de Kopi Luwak o café de comadreja
Es el café más raro del mundo, ambos animales se alimentan de los mejores granos de café en su estado de maduración, lo digieren y en el excremento van desechando las semillas, después los recolectores las recogen con sus propias manos y así es como se obtiene este tipo de café, que por cierto es muy caro, llega a costar hasta mil euros el kilogramo.
Algunas personas un poco mas malitas de su conducta, consumen fetos abortados de reno, dicen que son buenos para la piel (imbéciles).
Sé que para muchas personas estos definitivamente NO son suculentos manjares, incluso podría asegurar que muchos vomitarían al ver este tipo de “alimentos”. De sólo pensar en el nauseabundo olor que pudieran provocarme algunas de estos platillos, no me gustaría ni probar, ni ver ninguno.