Una mujer británica volvió a casa luego de pasar algunos días de vacaciones en la selva tropical de Uganda, pero lo hizo con una extraña protuberancia en la frente.

La vacacionista llegó a la conclusión de que aquello no parecía normal y asustada por la cantidad de insectos que vio durante su expedición, decidió acudir a la sala de emergencias médicas en donde el personal en turno diagnosticó que se trataba de una picadura de insecto que presentaba una infección leve así que le recetaron medicamentos y la enviaron de vuelta a casa. 

Tres días después, la protuberancia no sólo no había desaparecido sino que había aumentado su tamaño y ahora además, resultaba dolorosa. 

Al ser examinada nuevamente, el equipo medico notó que en la piel hinchada había una especie de agujero por el que salía un líquido desconocido y al poner más atención, descubrieron que aquella montaña en la frente alojaba una especie de gusano. 

Foto: Wade et al., BMJ Case Reports, 2019

El personal explicó que se trataba de una larva de la mosca de Lund (Cordylobia rodhaini), un extraño espécimen africano y repasando paso a paso la historia, llegaron a la conclusión de que se había alojado en la piel de su anfitriona luego de que esta se pusiera en el cabello una toalla húmeda que había dejado en el exterior para que se secara. 

Con información de Science Alert.