Los servicios de emergencias están acostumbrados a atender casos de los más extraños, pero la llamada de una mujer que pedía ayuda tras recibir un balazo en la pierna los hizo dudar por un momento de que el reporte fuera verdadero, ya que señalaba como responsable de la agresión a una perra.

Los hechos sucedieron el pasado 3 de octubre, en la ciudad de Enid, Oklahoma, en Estados Unidos.

Brent Parks, de 79 años, se trasladaba a bordo de su auto, en compañía de Tina Springe, su cuidadora de 44 años, quien viajaba en el lugar del copiloto; y también con “Molly”, su mascota de raza labrador, en el asiento trasero.

La imprudencia del dueño de "Molly" provocó un accidente que pudo pasar a mayores,

Su trayecto se vio interrumpido por un tren que pasaba cerca del auto, haciendo un fuerte ruido. Esto hizo que “Molly” se espantara y diera un salto que la hizo caer sobre una consola central plegable, bajo la cual había una pistola calibre .22.

El arma estaba cargada y con el golpe de la perra de color amarillo soltó un disparo que hirió a la cuidadora en la pierna izquierda.

Tras lo sucedido, el 911 recibió el reporte de un tiroteo accidental, por lo que de inmediato se trasladaron al lugar de los hechos oficiales de la Policía de Enid

Los uniformados dijo que otra explicación a lo sucedido es que las fundas de los asientos podrían haberse enredado en el gatillo del arma y con el brusco movimiento, hicieron que se disparara.

Parks le aseguró a los oficiales que normalmente no lleva el arma cargada. Dijo que tras el disparo, le hizo un torniquete con su cinturón a su cuidadora para tratar de detener la sangre, después llamó al 911.

Tina Springe fue trasladada al hospital regional de Santa María, donde según medios locales, recupera satisfactoriamente.

Con información de Enid News