Historias tristes y la que apenas comienza, porque lo peor está por venir pata el recién nacido al que sus padres nombraron como Lucifer, pese a que la funcionaria pública del condado de Derbyshire, Inglaterra abogara por él.

Y la verdad es que la decisión era únicamente de los padres, quienes piensan que el nombre elegido para su bebé significa "portador de luz y alba", así que estaban seguros y lucharon contra el comportamiento de la mujer.

Verán, el niño nació el pasado 6 de abril, pero no habían podido registrarlo debido a que el Registro Civil estaba cerrado por la pandemia, pero tras su reapertura la pareja apresurada acudió para inscribir a su hijo bajo el nombre de Lucifer. Y entonces se armó tremendo lío.

La funcionaria pidió a los padres salir de la oficina mientras revisaba si estaba permitido registrar recién nacidos con ese nombre, no sin antes advertirles lo que todos ya sabemos, que el menor de edad tendrá dificultades como bullying y trabas para encontrarle trabajo, a lo que ellos respondieron que no son religiosos y el que verdadero sentido que le dan al nombre está en griego.

Bebé

"También nos dije que los maestros no querrán enseñarle en la escuela, nosotros tratamos de darle nuestras razones pero ella no nos quiso escuchar y nos sacó", contó el padre, Dan Sheldon, de 37 años. Pero finalmente la funcionaria aceptó a regañadientes recordándoles que en Nueva Zelanda ese nombre está prohibido desde 2013.

Al respecto, el Consejo del Condado de Derbyshire ofreció una disculpa a la pareja, pero también les recordó que el trabajo de los funcionarios públicos en el Registro Civil es asesorar a los padres, ya que a veces las personas no son conscientes de ciertos significados o asociaciones en torno a algunos nombres.