Una mujer de 66 años fue practicamente asesinada por los médicos que la operaban el pasado 22 de diciembre en el hospital de Floreasca, Rumania, donde murió incendiada luego de que usaran un desinfectante basado en alcohol.

Al parecer lo que pasó fue que tras el desinfectante emplearon un escalpelo eléctrico, lo cual provocó una reacción en el cuerpo de la víctima, que en cuestión de segundos ardió en llamas. Y así fue como perdió la vida alguien que originalmente había ingresado al quirófano por un cáncer de páncreas.

 

Muere incendiada por un equipo de médicos

A pesar de que rápidamente una de las enfermeras vertió una cubeta con agua sobre la paciente logrando calmar el fuego, el 40 por ciento de su cuerpo ya había sufrido quemaduras de tercer grado que no pudo resistir. Una semana después, la anciana fralleció.

<br>"Los cirujanos deberían saber que está prohibido utilizar todo tipo de desinfectante basado en alcohol durante cualquier cirugía donde se use un escalpelo eléctrico"<br>

Horatiu Moldovan, viceministro.

Las consecuencias del desatrozo accidente fueron que el hospital perdió su acreditación para funcionar, siendo suspendido por seis meses en los que no podrá atender a ningún nuevo enfermo. Asimismo, el político Emanuel Ungureanu presentó una denuncia ante la Fiscalía con la intención de que el caso se investigue con profundidad y los involucrados puedan recibir un castigo.