Tras años de violencia doméstica, María, de 48 años de edad, esperó a que su esposo se durmiera para matarlo. Terminar con su vida no le devolvió la paz, entonces tomó una hacha para arrancarle el pene y los testículos, con los que después alimentó a sus perros.

La mujer dijo que los años de maltratos que vivió con su marido la llevaron a cometer el crimen.

Matarlo no fue suficiente

Estos escabrosos hechos sucedieron la mañana del 23 de agosto, en un pequeño poblado al norte de Ucrania, donde la mujer vivía con su esposo.

Después de cumplir con su turno nocturno, el occiso, de nombre Oleksandr, regresó a su casa y se dirigió a la cama. Cuando María comprobó que ya estaba dormido, lo ahorcó con sus propias manos hasta quitarle la vida. Luego tomó una hacha y lo decapitó.

Pero ahí no terminó todo. La mujer tomó un cuchillo de cocina y decidió cortar los genitales de su esposo, para después dárselos de comer a sus perros.

La realidad la golpeó de frente y la hizo salir a pedir ayuda

María quería seguir desmembrando el cuerpo, pero entonces comenzó a sentir náuseas y decidió salir a la calle para pedir ayuda.

Empapada en sangre, la presunta homicida se topó con Nadezhda Opanasiuk, una vecina de edad avanzada, a quien le confesó su delito.

“Estoy en problemas, he matado a mi esposo”.

Presunta asesina

Nadezhda no le creyó, pero decidió entrar para ver si el esposo de María necesitaba ayuda. La escena que encontró la dejó horrorizada.

“No vio otra opción para terminar con su miseria”

“Cuando entré en la habitación, vi su cuerpo mutilado. Las sábanas estaban empapadas de sangre. Le pregunté: ‘¿Dónde está su cabeza?’. Ella respondió: ‘allí, en la bolsa’".

Nadezhda Opanasiuk, vecina

A pesar del shock, la señora logró alertar a otros vecinos, quienes llamaron a la policía. María confesó su delito con detalles a las autoridades, pero justificó sus acciones señalando que había sufrido años de abusos.

“La mujer dijo que sufría constantemente abusos físicos y emocionales y que no veía ninguna otra opción para poner fin a su miseria”.

Vadim Artiukhovich, vocero de la Policía

Todos fueron testigos de los maltratos, pero ella nunca denunció

Esta versión fue confirmada por sus vecinos, quienes dijeron que muchas veces vieron a su marido golpeándola y persiguiéndola con una hacha. El problema es que nunca lo denunció ante las autoridades.

María tuvo un hijo con Oleksandr. El joven, de nombre Viktor, lamentó los hechos y dijo que no quiere volver a verla.

María fue detenida y acusada de asesinato. De ser hallada culpable podría ser condenada hasta a 15 años en prisión. Las investigaciones continúan.

Con información de Daily Mail.