Un programa de Corea del Sur llamado "Te conocí" hizo posible lo imposible: luego de más de seis meses de trabajo, reencontraron a un hombre con su esposa muerta en lo que fue quizá el capítulo más polémico de su emisión.
El video, ya viral en redes sociales, muestra el momento en que el hombre se reúne con su esposa, quien murió hace cuatro años a causa de un cáncer, gracias a la realidad virtual con la que también construyeron todo un set para que este se sintiera como en casa.
Kim Jung-soo, el hombre que se reencontró con su esposa muerta
Kim Jung-soo, un hombre de 51 años, volvió a reunirse con su esposa, madre de sus dos hijas, cuatro años después de su pérdida. El emotivo o perturbador momento (según la dividida opinión de internautas) se transmitió durante el primer capítulo de la segunda temporada de "Te conocí", un programa de realidad virtual de Corea del Sur.
"Incluso cuando mi madre estaba enferma y perdió el pelo, mi padre le decía lo guapa que era y la llevaba a todas partes"
Hija de Kim Jung-soo.
Ni siquiera sus hijas estaban convencidas de que su padre tuviera tal encuentro con la imagen de su mamá, pero finalmente este terminó por convencerlas. "Mi padre besaba a mi mamá cuando mientras estaba trabajando, mientras comía o mientras veía la televisión", contó una de ellas, quien no pudo evitar las lágrimas al mirar al hombre abrazar el aire.
Programa de TV reúne a familiares con muertos
"Te conocí", un programa coreano, tardó seis meses en recrear la experiencia inmersiva de realidad virtual para que Kim Jung-soo, un hombre de 51 años, se reuniera con su esposa y el encuentro fuera lo más convincente posible. Para ello contrataron a una actriz que capturó los movimientos más realistas de la muerta.
También trabajaron en un modelo 3D hiperrealista de la esposa de Kim y se utilizó a una actriz de doblaje para reproducir una voz lo más parecida a los recuerdos de su cliente. En consecuencia, cuando llegó el momento de reencontrarse con ella, el hombre entró a la casa virtual y se echó a llorar tan sólo al verla. Pero no sólo él, sino que sus cinco hijos también se deshicieron en lágrimas.