Hay de vergüenzas a vergüenzas y difícilmente alguien podrá superar la del hombre que se metió un cable del teléfono en el pene por placer, llegó al hospital argumentando que se lo había tragado, aceptó una cirugía donde no encontraron nada, y después se vio forzado a confesar.

El hecho se registró en una clínica de Guwahati, ciudad de la India, donde el sujeto introdujo el cargador en la en la vejiga urinaria con el objetivo de encontrar satisfacción sexual y ahora su foto ya circula ampliamente por Internet. 

Por ahorrarse un juguete sexual, se metió un cable en el pene

El individuo de 30 años trató de engañar a los médicos, alegando que se lo había tragado cinco días antes. Pero las consecuencias fueron gravísimas, pues durante una exploración en la que no lograron sentir el cable, los profesionales lo sometieron a una cirugía innecesaria donde tampoco hallaron nada en su tracto gastrointestinal.

Lo que siguió después que le realizaron unos rayos X y fue hasta entonces que supieron que el cargador estaba en la vejiga urinaria. Sólo así, el hombre confesó. Según los expertos, el paciente estaba avergonzado porque según parece, tenía la costumbre de insertar cables y otras cosas a través de su pene, pero nunca le había ocurrido algo similar.

En esta ocasión su deseo sexual le jugó una mala pasada, ya que le fue imposible retirar el cargador y tuvo que acudir a la clínica alegando un severo en el abdomen. Finalmente y luego de una segunda operación, actualmente se recupera con éxito, aunque fue advertido de los peligros de la masturbación sondeo uretral.

"Primero examinamos sus heces y también realizamos una endoscopia, pero no pudimos encontrar el cable. Esta persona llegó al extremo y, por lo tanto, el cargador llegó a su vejiga urinaria. La primera operación se habría evitado si hubiera dicho la verdad", declaró Walliul Islam, cirujano del hospital.