A los rescatistas les tomó 58 horas de trabajo recuperar el cuerpo de un hombre que cayó en un hoyo de 12 metros de profundidad que él mismo cavó mientras se encontraba en busca de un tesoro, y murió.
Jose Guadalupe González León, un integrante del equipo de rescate, compartió en su perfil de Facebook las fotos de la ardua labor que tomó por lo menos tres días y 120 personas en el domicilio ubicado en la calle Palomares de León, Guanajuato.
A decir de la residente para El Debate, el señor Martín Rogelio era un cazador de tesoros contratado por ella luego de que una vidente le asegurara que en su inmueble había una fortuna escondida desde hace décadas. El fallecido habría entonces terminado de cavar el hoyo donde murió días atrás del lamentable suceso.
El hombre tenía 54 años y laboraba en la propiedad de Ana Patricia desde hace tres meses, dado que en anteriores ocasiones otros lo habían intentado sin éxito alguno hasta que la mujer escuchó a sus vecinos decir que este cuatro años de experiencia y varios casos que confirmaban su gloria.
Concluido el túnel, el pasado domingo 26 de julio Rogelio bajó con ayuda de una escalera, pero no alcanzó a llegar a lo más profundo pues la tierra se reblandeció haciéndolo caer junto a la barda adjunta. Desde ese día las labores de búsquedas fueron realizadas por diversos agentes de Protección Civil y Bomberos, Cruz Roja y elementos de la Policía Municipal.
Ninguno dio con el cadáver y el trabajo se vio afectado por las intensas lluvias hasta que tres días después dieron con el cuerpo de Martín, mismo que presentaba un avanzado estado de descomposición pese al cual se le realizará una autopsia. Con respecto al supuesto tesoro, ninguna de las personas involucradas lo vio.