"¡Qué me iba a quedar encerrado ahí! Quería volver a mi casa", cuenta Juan Manuel Ballestero, el hombre que cruzó el Atlántico en velero para ver a sus padres durante la actual pandemia de coronavirus. Varios videos en su cuenta de Instagram muestran partes de su viaje.
Su travesía comenzó cuando las fronteras de varios países fueron cerradas como medida para evitar la propagación del virus. Ballestero se encontraba en la isla portuguesa de Porto Santo, así que debía tomar una decisión rápida y esa fue que no podría estar tanto tiempo sin ver a sus padres. Así que ese mismo día navegó a Argentina.
El hombre de 47 años se arriesgó, a pesar de que el gobierno portugués le advirtió que no podría regresar una vez hubiera zarpado. Pero eso no le importó, empacó suficiente comida y se embarcó en una aventura que nunca olvidará.
"Quería hacer todo lo posible para volver a casa. Lo más importante para mí era estar con mi familia. Me compré un pasaje de ida y no había vuelta atrás. No quería quedarme como un cobarde en una isla donde no había casos", cuenta Juan Manuel al New York Times.
Pero no sabía ni lo que le esperaba: muchos puertos no le permitían llegar para conseguir provisiones y cargar gasolina por temor a que estuviera contagiado. Mientras tanto, su familia lo esperaba en Mar del Plata con la incertidumbre de no saber dónde estaba; durante 50 días no supieron nada de su paradero.
"Pero no teníamos ninguna duda de que esto saldría bien", narró Carlos, su padre de 90 años. Y tenía razón, porque su hijo es un marinero experimentado y nada le impidió llegar, ni las mareas peligrosas o noches oscuras y solitarias. "Entrar en mi puerto donde mi padre tenía su velero y me enseñó tantas cosas me dii satisfacción. La fe cruza océanos", dijo Ballestero.