El o la mala copa no le puede faltar a ningún grupo de amigos, aunque los odiamos ya que se les pasaron un poquito los shots, tenemos que aceptar que le ponen buen sabor a la fiesta y muchas veces son protagonistas de las divertidas historias que se cuentan ya que pasó la resaca. 

El problema real está cuando a alguno de ellos les da por echarle bronca a cualquiera que se les pone en frente aunque no tenga razón; por fortuna, siempre hay algún amigo buena onda y fortachón que se encarga de llevarse al lioso y tranquilizar las cosas. 

Justo así le pasó a este gatito que estaba más que listo para lanzarse contra otro gato que permanecía sentado apaciblemente en una banqueta. De forma imperceptible, un enorme golden se acerca a él y con calma lo aleja de la escena jalándolo de la correa.